Sol Daurella, copropietaria de la nueva Cacaolat / CG

Sol Daurella, copropietaria de la nueva Cacaolat / CG

Confidente VIP

Cacaolat crece un 10% y entra en beneficios

La empresa ha invertido 120 millones en tres años

10 octubre, 2016 00:00

La compañía Cacaolat prosigue su expansión a una impresionante velocidad de crucero. La racha positiva se origina a raíz de que Damm y Cobega tomaran el control en febrero de 2012. Damm, fabricante de cerveza, es un feudo de la familia Carceller, mientras que Cobega, concesionaria de Coca-Cola, está dominada por la familia Daurella.

En el último ejercicio, Cacaolat alcanzó una cifra de negocio de 54,7 millones, un 10% más. Es el tercer periodo consecutivo con avances de dos dígitos. En 2013, tras el desembarco del nuevo equipo directivo, el crecimiento fue del 39%; un año después se situó en el 11%.

Pero lo más sobresaliente es que la firma ya está en números negros, tras sufrir pérdidas de 16 millones en el periodo 2012-2014. Los resultados de 2015 arrojan 5,3 millones de flujo de caja, 5,1 millones de beneficio de explotación y 2,4 millones de excedente neto después de impuestos.

El esfuerzo desplegado para llegar al superávit es notable. Los dos poderosos socios llevan invertidos casi 50 millones de euros en la nueva planta industrial de Santa Coloma de Gramenet (Barcelona), más otros 75 millones destinados a la adquisición de la marca, perteneciente a una sociedad de Nueva Rumasa que desembocó en suspensión de pagos.

La principal fortaleza de Cacaolat reposa en un cupo de mercado del 57% en Cataluña y del 12% en el resto de España. Además, la exportación tira con fuerza creciente y ya aporta el 15% de los ingresos. La firma está presente en una veintena de países y prevé entrar en nuevos mercados en breve. La plantilla consta de 197 personas, frente a los 310 que había a finales de 2012.

La planta de Cacaolat en Santa Coloma es la única que tiene el grupo, después de que en 2013 clausurara la de Utebo (Zaragoza), donde producía leche condensada con la marca Sali.

El cierre intempestivo de la fábrica aragonesa y dos expedientes de regulación que expulsaron a los 100 trabajadores del centro, desencadenaron una querella contra varios directivos de Cacaolat, entre ellos la copresidenta Sol Daurella Comadrán. El juzgado decidió sobreseerla. Los empleados presentaron recurso y la Audiencia Provincial de Zaragoza ordenó reabrir el caso.

De vuelta al juzgado, éste acordó tomar declaración en calidad de imputados a Sol Daurella y otros gestores, por administración desleal, estafa procesal y delito contra los trabajadores. Un mes después, de nuevo decidió el archivo. En junio último, tras otro recurso, la Audiencia de Zaragoza volvió a pedir al juzgado que practique nuevas diligencias.

El consejo de administración de la compañía se compone de ocho miembros, cuatro por cada socio. Está copresidido por Sol Daurella Comadrán y Demetrio Carceller Arce; en representación de Damm figuran José Carceller Arce, Ramón Agenjo Bosch y Ramón Armadás Bosch; por Cobega, Alfonso Líbano Daurella, Mario Rotllant Solá y Paloma Figueras-Dotti Daurella.