Talleres Negarra en Igorre, Bizkaia / CG

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Confidente VIP

La bilbaína Talleres Negarra entra en fallido

La empresa arrastra impagos a los trabajadores y un ERE irregular, que ponen en entredicho su continuidad

24 mayo, 2018 00:00

El Juzgado Mercantil n.º 1 de Bilbao ha admitido a tramitación el concurso de acreedores presentado por Talleres Negarra SA. Ejercerá de administrador concursal Íñigo Rodríguez Allue, de la firma Gutierrez Bureau de Auditores.

Negarra cuenta con treinta años de vida. Sus principales instalaciones radican en el municipio vizcaíno de Igorre. La empresa trabaja en el sector de la construcción. En particular, fabrica chimeneas de conductos de evacuación y termos de agua caliente sanitaria.

El percance viene precedido de una fuerte conflictividad laboral. Hace pocos meses, los 85 empleados denunciaron el impago de hasta cinco nóminas. Pero los problemas vienen de atrás. En 2014 despidió a una treintena de empleados por medio de un expediente de regulación de empleo y congeló el sueldo al resto.

Poco después, el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco declaró nulo el “ere” por vulneración de la libertad sindical, carencia de la documentación requerida y falta de criterios en la selección de los despidos. Tres de los trabajadores incluidos en el expediente eran miembros del comité de empresa, afiliados a CCOO. El administrador de la compañía es Luis Mariano García Velasco.

Las ventas de la empresa se han reducido notablemente en los últimos años, hasta quedar fijadas en unos 9 millones. Según los últimos balances disponibles, las deudas suman 8 millones.

La minera asturiana Carbonar, también sucumbe

Al margen del siniestro de Talleres Negarra, también ha entrado en insolvencia la empresa minera Carbonar, con sede en Oviedo. Explota desde 1920 una mina de antracita en Cangas del Narcea, la única existente en el municipio.

Los prolegómenos del tropiezo acontecieron en febrero, cuando se declaró un incendio en el interior de la explotación, que estuvo activo durante más de dos semanas. La dirección acordó anular las subcontratas y dejó en la calle a 120 mineros. El mes siguiente, Carbonar presentó un expediente de regulación para el 80% de la plantilla propia, integrada por 50 obreros.