Quiebra la empresa gerundense Vivers Planas

Vivers Planas cesó sus operaciones comerciales y quedó inactiva en 2017. Los asesores legales aconsejaron la presentación de un concurso de acreedores para liquidar la sociedad, hecho que ha acontecido ahora. El expediente se ha presentado sin masa activa.

Historia casi secular

Vivers Planas tiene sus orígenes en un negocio iniciado por Juan Planas Comas en 1935. Más tarde pasó a sus hijos Joaquín y José María Planas Palahí. Hoy se encuentra en manos de la tercera generación, encarnada en Joaquim Planas Fornells y Juan Planas Cassú.

Vivers Planas se dedicaba al cultivo de árboles de hoja caduca y perenne, arbustos ornamentales, así como olivos y palmáceas.

Antes del descalabro judicial, exportaba regularmente a varios países europeos, el norte de África y Oriente Medio.

La familia Planas posee otras dos empresas del mismo género. Una de ellas es Vivers Planas-Púbol, sita en el municipio gerundense de La Pera, que emplea a 40 trabajadores y pertenece íntegramente a Joaquim Planas Fornells. La otra compañía se titula Vivers Planas-Celrà, con sede en el pueblo que le da nombre. Su propietario es Juan Planas Cassú. 

Según fuentes del grupo, las dos sociedades citadas más la exportadora Vivers Planas Export “gozan de un excelente historial de pagos, un sólido rating de solvencia, una opinión de crédito elevada y una salud financiera envidiable”.

Otros pinchazos 

Bar Café PF 10, de Barcelona, gestora de negocios hosteleros en calle Dos de Maig. Administrador, Daniel Alcoba Casares. 

New Aicomar, de Vilassar de Mar. Su objeto social es la construcción de edificios. El amo y gerente es Francesc Amich Fita. 

Pastifresh, de Polinyà. Se trata de una cooperativa dedicada a la elaboración de productos de pastelería y repostería. 

Romariser, de Calonge, dedicada a la prestación de servicios asistenciales. Administrador, Rodrigo Rodrigo Lozano. La sociedad está arruinada y carece de bienes. 

Por último, el Juzgado Mercantil número 1 de Girona declaró finiquitada la suspensión de pagos de la cárnica Casademont SA, de Sant Gregori, que instó en 2017. Con tal resolución se da carpetazo al expediente y se extingue para siempre la veterana razón social.

Casademont, fundada en 1956, se erigió en los años ochenta y noventa en una de las compañías de embutidos cárnicos más relevantes de España. A comienzos del nuevo milenio entró en un largo declive, que se prolongó durante casi dos décadas hasta desembocar en el desplome de 2017.