Fèlix Millet, expresidente del Palau de la Música
Quiebra la herencia de Marta Vallès, esposa de Fèlix Millet
Fue condenada en el 'caso Palau' a abonar 6,4 millones por haberse lucrado en el desfalco de la institución musical barcelonesa
20 junio, 2023 23:30Noticias relacionadas
Todavía sigue coleando el caso Palau de la Música, 14 años después de que estallara este escandaloso episodio de corrupción de Convergència en Cataluña.
Clara y Laila Millet Vallès, hijas de Fèlix Millet, protagonista del saqueo del Palau, han instado ante los tribunales mercantiles el concurso de acreedores de la herencia de su madre, Marta Vallès Guarro. Esta falleció en abril de 2018, a los 82 años.
El Juzgado Mercantil número 6 de Barcelona, que tramita el expediente, ha designado administrador concursal a Tecea Auditores.
Casa Can Millet
Los afectados por el fallido disponen de un mes para comunicar el importe de los créditos que tienen contra el caudal hereditario de Marta Vallès.
El auto judicial señala que su último domicilio radicaba en la finca conocida como casa Can Millet, de l’Ametlla del Vallès, que albergó la residencia familiar.
Varapalo judicial
La quiebra del legado es consecuencia directa de la sentencia condenatoria dictada en el caso, confirmada por el Tribunal Supremo en abril de 2020. Los tribunales impusieron a Fèlix Millet, Jordi Montull y Gemma Montull penas de cárcel.
A la vez, declararon que Marta Vallès y su hija Laila Millet Vallès habían sido partícipes a título lucrativo y debían reintegrar al Palau de la Música las cantidades de 6,4 millones y 112.000 euros, respectivamente.
Patrimonio envenenado
De esta forma, sobre los bienes de la finada Marta Vallès pesa la citada responsabilidad pecuniaria, que hace del todo punto desaconsejable asumir la herencia.
El siniestro concursal de la saga Millet no es el único que han sufrido los protagonistas de esta tropelía de cobro de comisiones a cambio de obras públicas otorgadas a la constructora madrileña Ferrovial.
Debacle de CDC
Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) se declaró en quiebra en 2020 al no poder afrontar la devolución del fortunón saqueado del Palau.
La justicia embargó los activos de la formación fundada por Jordi Pujol, consistentes en una docena de sedes, y más tarde las subastó.
