El negocio de Levi's España cae por su deslocalización fiscal
La moda de constituir sociedades de cartera ad hoc en países de tributación baja no es exclusiva de las multinacionales tecnológicas como Apple, Amazon, Google, Facebook y Microsoft. Empresas de otros sectores también se sirven de este tipo de instrumentos para reducir al máximo su carga impositiva.
Es el caso de la trasnacional de ropa vaquera Levi's, establecida desde 1970 en España con filial propia. Históricamente, las ventas de la casa se facturaban por medio de dicha filial, titulada Levi Strauss de España, con domicilio en Barcelona y actividades en toda la península ibérica.
En 2011, la dirección de la multinacional acordó que el negocio de España y Portugal pasase a girarse desde la sociedad belga Levi's. Ésta, a su vez, adquiere el género a otra empresa del grupo establecida en Extremo Oriente. De esta forma, la subsidiaria española se ha transformado en un agente comercial y recibe a cambio una comisión sobre ventas.
Esta simple modificación ha provocado que un tercio de los ingresos se evapore como por arte de magia. El año que se acometió la reestructuración, Levi Strauss de España tuvo una cifra de negocio de 100 millones y declaró un beneficio de 1,4 millones. En cambio, en 2015 las ventas se cifraron en 29,4 millones, con ganancias de 3,9 millones. La firma tiene 400 empleados.
En épocas pretéritas, Levi's contaba con una fuerte implantación industrial en España. Pero la crisis del textil provocó el cierre de las factorías y el despido de casi medio millar de empleados.