Unipost arrastra cuatro años de pérdidas
La empresa de envíos postales Unipost, de Barcelona, perteneciente a la familia Raventós, ha realizado desde mediados de 2014 tres ampliaciones de capital por importe de 3,1 millones de euros, destinadas a restablecer su deteriorada situación patrimonial, que arroja fondos propios negativos desde 2013.
Así mismo, Unipost ha refinanciado sus deudas con las entidades financieras y la Agencia Tributaria. La dirección de la entidad, encabezada por el presidente Antón Raventós Raventós, ha confeccionado un plan de negocio para el periodo 2015-2018 que prevé una mejora de los resultados gracias a las medidas de reestructuración adoptadas desde 2013.
Tres millones de envíos al día
Unipost, con 2.460 trabajadores, es la principal compañía privada de reparto postal de España. Presta servicio a 15.000 clientes por medio de 65 oficinas y 143 franquicias, que manejan cada día cerca de tres millones de envíos.
Se trata de cifras impresionantes que, sin embargo, no se han traducido en una evolución satisfactoria de los parámetros financieros del negocio. De hecho, tanto las ventas como los resultados arrastran un cuatrienio negro.
Números rojos
El giro cayó el año pasado un 9% y quedó en 78,3 millones. Desde el pico máximo de 2011, los ingresos han menguado un 28%. Las pérdidas antes de impuestos sumaron 4,6 millones, con fuerte mejora sobre los 9,3 millones de déficit del año anterior. Los números rojos embalsados durante el periodo se elevan a casi 24 millones.
Tales resultados, además de una fuerte conflictividad laboral, desencadenaron hace justo un año la tocata y fuga del gigante alemán Deutsche Post, socio de Unipost, que vendió sus acciones a la familia Raventós y dio por perdida toda su inversión.
Unipost se fundó en 2002 por la unión de varias firmas de envíos postales, entre ellas Suresa, Urbandisa y Flecha.