Una camarera de piso hace una cama en un hotel

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Business

El agosto caliente de 'las kellys': "explotadas" por hoteles y empresas

Las cadenas hoteleras empiezan a corregir el rumbo al ver que las compañías a las que subcontratan por el servicio de limpieza no superan las condiciones de dignidad laboral

6 agosto, 2018 00:00

“Las kellys son engañadas tanto por los hoteles como por las empresas externas de limpieza”, explica Alfonso Fernández, vicepresidente de Suit Hotels Hospitality.

La empresa a la que representa se ha distinguido por su buena praxis en un sector --el de las mujeres de la limpieza de los hoteles-- que hace mucho tiempo que reclama un salario justo por la labor imprescindible que llevan a cabo en hoteles y albergues, sobre todo en temporada alta.

Inspecciones

Muchos hoteles han decidido recurrir, finalmente, a los servicios de Suit Hotels Hospitality al ver que comenzaba agosto y no podían seguir contando con las empresas externas que hasta ahora les hacían ese servicio de limpieza por un precio muy competitivo en el que hoteles y empresas salían ganando, pero no sus trabajadoras. “Hay kellys que no cobran ni 500 euros. No llegan ni al salario mínimo”, explica Fernández.

Las inspecciones de los últimos tiempos así como la inminente llegada de la nueva ley para el convenio de la limpieza, ha propiciado que las cadenas hoteleras se hayan tenido que poner las pilas para solventar un problema que, hasta la fecha, relegaban al servicio externo que contrataban. Obviando la responsablidad subsidiaria que tienen con estas trabajadoras cuando hacen labores en sus establecimientos.

“En pleno mes de agosto la empresa externa se va porque hay inspecciones y, si les sancionan, tienen que pagar al personal por todos los años que lo han hecho de forma incorrecta --porque es retroactivo--. Entonces, la empresa prefiere salir rápido, hacer un acuerdo y que se coma el problema otra empresa”, explica Fernández. Los hoteles, por su parte, buscan externalizar otra vez, pero los precios ya no son los mismos.

Externalización sí, pero no de cualquier modo

El vicepresidente de Suit Hotels se ha reunido recientemente con las kellys, y asegura que la “externalización que han tenido es un engaño”. “Las explotan y encima no hay colaboración entre empresa y hotel”, esgrime.

El colectivo de camareras de piso 'Las Kellys', ante el Congreso de Diputados en mayo del año pasado / EFE

El colectivo de camareras de piso 'Las Kellys', ante el Congreso de Diputados en mayo del año pasado / EFE

El colectivo de camareras de piso 'Las Kellys', ante el Congreso de Diputados en mayo del año pasado / EFE

Y es que las kelllys no se rigen por ningún convenio, son contratos de alta y baja para grandes compañías. Este colectivo exige que se acabe con la externalización para que sean los hoteles que las contraten así como un sello ético a la cadenas--, pero Fernández considera que la externalización puede ser una buena opción tanto para ellas como las cadenas hoteleras si se “rige profesionalmente. Es decir, con un convenio y unas condiciones para las trabajadoras. “Con recursos, apps móviles para hacer más eficiente su trabajo, formación”, apostilla.

Mutua explotación

Desde Suit Hotels explican que a muchos hoteles les está costando aceptar las nuevas condiciones porque es un desembolso notable que no tenían previsto en su balance. “Hasta ahora era un mutuo acuerdo de explotación” --añade-- entre las cadenas y las empresas para externalizar el servicio.

Pero si quieren cumplir con la nueva legislación --que es parecida a la que existe para la contratación en el sector de la restauración-- han de aceptar que tienen que asumir un gasto mayor.

Marriott y Ritz-Carlton

Muchos hoteles empezaron a externalizar cuando sus trabajadoras les presionaban y vieron que representaba un coste superior que subcontratar el servicio, explican fuentes del sector. Pero ahora no vale externalizar a cualquier precio. Se trata de un cambio de tendencia. 

Fernández pone el ejemplo de Marriott y Ritz-Carlton como cadenas que lo están haciendo bien. Prefiere no hablar de las que lo hacen mal, pero asegura que son muchas. Solo este agosto, al ver lo que se les avecina, muchas están empezando a corregir el rumbo.