Las recetas de Juvencio Maeztu para 'hackear' el algoritmo de Ikea

Son las lecciones de Juvencio Maeztu, español primer consejero delegado no sueco de Ingka Group, matriz de Ikea, desde Barcelona. El alto directivo ha desgranado su desiderátum al frente de la multinacional escandinava. Y se ha expresado sin paños calientes. "Tuve que buscar la esencia de la empresa para entenderla", ha dicho. 

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Es una de las revelaciones que ha hecho Maeztu desde la escuela de negocios IESE de Barcelona, donde ha participado en una sesión de los encuentros Global Leadership Sesion junto al decano, Franz Heukamp. En este foro, el directivo de origen gaditano se ha detenido punto por punto en la agenda progresista de la firma global de mobiliario doméstico, ante un público entre el que se encontraba Toni Ruiz, CEO de Mango.

Fiscalidad, sí, pero también retorno social, igualdad de género, economía circular, diversidad étnica o inclusividad son algunas de las ideas fuerzas que ha citado. 

"Busqué la esencia"

Antes, sin embargo, Maeztu ha recordado que "él ni es sueco ni habla sueco ni es de la familia fundadora" del grupo de homeware. Pese a ello, ha logrado escalar hasta la jefatura mundial de la enseña. "Para ello tuve que encontrar la esencia de la compañía", ha admitido. 

Imagen de un establecimiento de Ikea Servimedia

Lo hizo, ha precisado, buscando las publicaciones antiguas de la firma. "Encontré algunos folletos antiguos, y me dio una idea de lo que realmente es Ikea". Frente a la "niebla" que cubre el management corporativo hoy en día, el español prescribe "esencia y valores". 

Todo queda en casa

Esa idea primigenia es, según el directivo, "la importancia del hogar", ya sea el de una familia múltiple en Bangalore (Índia, país donde vivió un tiempo), o el de un miniapartamento de una persona en Corea del Sur o Japón. 

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Maeztu ha recordado que "todo empieza en casa". Y ese lugar de residencia debe estar compuesto de muebles "asequibles". En un momento, ha subrayado, en el que la asequibilidad está "amenazada por la espiral inflacionista". 

"No hacemos negocios sin principios"

Esa noción, la de muebles accesibles para una gran mayoría, es uno de los pilares de Ikea, ha enfatizado. De hecho, ha viajado de vuelta a Índia, donde ha citado un ejemplo para señalar que Ikea "no entrará negocios sin sus principios, que son ser asequibles, ser sostenibles e igualitarios en materia de género". 

Presentacion en color de Ikea IKEA

El mundo de hoy, sin embargo, no siempre está alineado con los principios fundacionales de la firma. "No me importa, nosotros destinamos el 85% del beneficio a reforzar la compañía y el 15% a la fundación. De lo contrario, no seríamos sostenibles en el largo plazo", ha apostillado. 

Carrera fulgurante

Alumni de la escuela de negocios, Maeztu ha repasado su carrera, la que le ha llevado al frente de una de las multinacionales más conocidas en la calle. "Salí de IESE en los 90, tras las Olimpíadas de Barcelona. Acepté un empleo en un garden center porque quería aprender el oficio. Mis excompañeros tenían un título rimbombante, coche de empresa y tarjeta. Yo no tenía nada de eso". 

Adiós al viejo Ikea

Tras ello, fichó por Ikea, donde promocionó internamente hasta la jefatura de tienda en Madrid, Sevilla, y la de Recursos Humanos en España. 

"Hacer el mundo mejor"

Esa trayectoria no sería posible sin la "brújula" que guía a Maeztu. El directivo se ha comparado con un navegante, uno que no sería "nada" sin sus valores. Esos principios son su "brújula moral", la que le guía en un mundo "convulso, en el que nadie sabe qué es la verdad". 

Esa guía profunda no criminaliza el beneficio. "El beneficio no es malo en sí mismo. Hay que arrojar beneficios, pero no tiene que ser el principio fundamental. Lo esencial es mejorar el impacto de tu empresa, hacer del mundo un lugar mejor".