Tatxo Benet, presidente y CEO de Mediapro, en un acto corporativo

Tatxo Benet, presidente y CEO de Mediapro, en un acto corporativo Cedida / Agencias

Business

Tatxo Benet confía en que Mediapro siga en Barcelona tras su salida, aunque él tuvo "la tentación" de llevársela a Madrid

El cofundador del grupo audiovisual llama a preservar el "ADN catalán" de la empresa mientras el grupo chino Orient Hontai impulsa un relevo con Sergio Oslé al mando

Contenido relacionadoEl desafortunado final de los tres fundadores de Mediapro: un perseguido, un despedido y un embargado

Leer en Catalán
Publicada

Noticias relacionadas

Tras anunciar su salida de la primera línea de la dirección de Mediapro, el cofundador y hasta ahora consejero delegado del grupo audiovisual, José María "Tatxo" Benet, ha asegurado este jueves que su decisión ha sido pactada con el accionista mayoritario y ha lanzado un llamamiento expreso a los nuevos gestores para que mantengan la sede y el "ADN catalán" de la compañía.

En la entrevista con Catalunya Ràdio, Benet también ha reconocido que la tentación de trasladar la sede a Madrid "siempre ha estado ahí", pero ha subrayado que sería un error alterar la identidad que, a su juicio, explica parte del éxito de Mediapro.

La salida de Benet se enmarca en una renovación del equipo directivo promovida por SouthWind, vehículo del grupo chino Orient Hontai, que controla la mayoría accionarial de Mediapro.

Sergio Oslé, exconsejero delegado de Telefónica España y presidente de Movistar+, es la figura que ocupará la presidencia ejecutiva, mientras que el nombramiento de Carlos Núñez, ex presidente de Prisa Media, figura entre las opciones para asumir la dirección general en una próxima etapa. 

Tatxo Benet, en una imagen de archivo

Tatxo Benet, en una imagen de archivo David Zorrakino Europa Press

Benet ha insistido en que la salida ha sido amistosa y que permanecerá como consejero hasta que su relevo esté preparado del todo, si bien el adiós cierra una etapa de treinta años en la que los tres fundadores del grupo han ido desapareciendo progresivamente de la dirección operativa.

La marcha de Benet deja a Mediapro, por primera vez, sin ninguno de los artífices que la impulsaron en los años noventa.

Pérdidas desde 2018

La renovación de la cúpula llega acompañada de un diagnóstico que el propio mercado y la nueva propiedad no ocultan. Mediapro arrastra dificultades financieras tras varios ejercicios con pérdidas significativas y una deuda relevante. Estos factores motivaron la entrada del capital chino en 2018 y la posterior reestructuración accionarial.

La pérdida del contrato con LaLiga, que durante una década aportó una parte sustancial de los ingresos, y la activación de un ERTE para parte de la plantilla han sido episodios determinantes en la mengua de músculo financiero de la empresa. 

Alcance y consecuencias

El grupo, con una plantilla de 7.000 empleados y presencia en cerca de tres decenas de países, afronta ahora la transición con la presión añadida de demostrar que puede sostener su liderazgo global en producción y servicios audiovisuales sin perder peso en su mercado histórico.

Para Benet, mantener la sede y la identidad cultural de Mediapro en Cataluña no es solo una cuestión simbólica: es, ha asegurado, muy importante para preservar lo que ha hecho a la compañía competitiva.

Próximos pasos

Mediapro ha comunicado internamente la decisión durante una reunión general en la sede de Barcelona y ha articulado un mensaje de continuidad hacia clientes y empleados.

La propiedad ha apuntado que las variaciones en la dirección obedecen a la necesidad de dar un relevo generacional y profesionalizar la estructura ejecutiva para hacer frente a los desafíos del mercado audiovisual global.

En las próximas semanas se deberán concretar los nombramientos formales y las fechas de la transición.