Luis y Arnau, Co-Fundadores de Viver

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Luis Navas, empresario: “La clave está en que hay que vivir fuera de Barcelona y es una pena”

La situación de la vivienda en España, y en particular en Barcelona, enfrenta una serie de desafíos multifactoriales que complican el acceso y la gestión de los inmuebles

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El acceso a la vivienda en Barcelona, y en España en general, es uno de los problemas que más afecta a los jóvenes y la clase media-baja. El encarecimiento del acceso a la vivienda, la inflación y la precariedad laboral han generado la sensación de que adquirir una casa es un privilegio reservado a unos pocos.

La situación de la vivienda en España, y en particular en Barcelona, enfrenta una serie de desafíos multifactoriales que complican el acceso y la gestión de los inmuebles. Estos desafíos abarcan aspectos económicos, geográficos, culturales, regulatorios y operativos para las empresas del sector.

Uno de los principales problemas es el alto precio de la vivienda, lo que genera grandes barreras de acceso al sector inmobiliario. Esto se traduce en que muchos jóvenes no pueden permitirse la compra de una vivienda, viéndose obligados a compartir habitación o buscar soluciones de alojamiento alternativas.

La brecha entre la demanda y la oferta es alarmante: se estima una necesidad anual de entre 50.000 y 100.000 nuevos hogares en España, mientras que solo se construyen alrededor de 15.000, lo que proyecta una "brecha tremenda" en 15 años.

En zonas costeras, el problema de vivienda asequible dificulta la captación de talento para la hostelería, ya que los trabajadores no pueden costear los alquileres. Los alquileres temporales en la costa pueden ser excesivamente caros, costando hasta 5.000 € por tres meses, en comparación con 1.000 € al mes por un contrato de cinco años.

En el caso específico de Barcelona, la ciudad está "acotada por mar y por montaña", lo que limita su expansión y genera una mayor tensión en el mercado inmobiliario. Además, el tamaño de las familias ha disminuido, dejando muchos pisos grandes (de 150m² con seis habitaciones) vacíos porque "nadie te lo va a alquilar".

Vivir fuera de Barcelona

Existe una "obsesión" por vivir en el centro de Barcelona que, aunque romantizada, no es asequible para todos los bolsillos. La mejora del transporte público en Barcelona es crucial, ya que "necesitaba una buena lavada de cara", y la comunicación deficiente agrava el problema al dificultar la vida fuera de la ciudad.

"La clave está en que hay que vivir fuera de Barcelona y es una cosa que, en las ciudades grandes, o sea, por ejemplo, en Madrid, hay muchas organizaciones alrededor dela ciudad. Yo creo que se va a ver un éxodo, hay que ver cómo, cómo pasa en Barcelona", asegura Luis Nava co-fundador de Viver, en el podcast Talent Match.

La intervención del mercado de la vivienda en ciudades como Barcelona ha sido difícil de materializar debido a la magnitud del problema. Se critica que los políticos toman "decisiones más políticas que pensadas con cabeza", lo que podría llevar a una situación "muy jodida" en el futuro si no se adoptan "medidas drásticas".

Prohibir soluciones existentes, como el alquiler de habitaciones, no es viable cuando miles de personas dependen de ellas. Además, el estado no apoya suficientemente el emprendimiento ni el acceso a financiación para empresas emergentes, lo cual es un impedimento para el desarrollo del tejido empresarial. La carga de impuestos y la burocracia también son obstáculos significativos.