Confirmado, los centros comerciales en Barcelona dejarán de abrir los domingos: esta es la fecha del cambio de horarios

Barcelona es una ciudad que nunca se detiene. Conocida por su dinamismo, su constante llegada de visitantes y su fuerte tejido comercial, la capital catalana debate cada año en torno al equilibrio entre actividad económica, turismo y calidad de vida.

Ante este ritmo constante tan propio de esta gran ciudad, uno de los temas que más controversia puede generar es la gestión de los horarios comerciales, especialmente cuando se trata de abrir o cerrar durante fechas señaladas, como son domingos y festivos.

En este sentido, mientras hay personas que defienden la necesidad de aprovechar al máximo el flujo turístico y mantener más horas de actividad, otros, en cambio, ponen el foco en la conciliación laboral y el descanso que requieren los trabajadores.

Así, en este contexto, cabe anunciar que se aproxima un cambio importante que marcará el pulso del comercio barcelonés y que afectará tanto a tiendas locales como a grandes centros comerciales, con implicaciones directas para consumidores, empresarios y empleados.

Y es que en breve, la Ciudad Condal recupera el descanso dominical en negocios y centros comerciales.

Una ventana veraniega que llega a su fin

Durante este verano, Barcelona experimentó una temporada comercial diferente a lo que acostumbra el resto del año. Desde el 18 de mayo, muchas tiendas situadas en zonas de gran afluencia turística (ZGAT) han podido abrir sus puertas los domingos y festivos, en un horario especial de 12:00 a 20:00 horas, una medida que supuso un impulso significativo para el sector en plena temporada alta.

Este régimen excepcional, acordado en el año 2022 entre el Ayuntamiento, asociaciones comerciales, patronales y sindicatos, estableció un calendario controlado. En total, se estipuló un total de 18 domingos de apertura extraordinaria desde mayo hasta mediados de septiembre.

Las áreas beneficiadas incluyeron espacios emblemáticos como Portal de l’Àngel, Passeig de Gràcia, Diagonal Mar, Las Arenas, L’Illa Diagonal o El Corte Inglés de Plaza de Cataluña.

En contraste, algunos centros como Westfield La Maquinista, fuera del perímetro turístico, no tuvieron autorización para abrir tiendas los domingos, aunque sí sus zonas de ocio y restauración.

La Maquinista Shutterstock

El día en que vuelve el cierre los domingos

La medida extraordinaria, como decíamos, tiene fecha de caducidad. Concretamente, el 14 de septiembre será el último domingo en que muchas tiendas puedan abrir bajo este régimen especial.

A partir del 15 de septiembre, se recupera el cierre dominical habitual en prácticamente todos los comercios y grandes superficies de la ciudad, restableciendo los horarios tradicionales de descanso.

Una excepción permanente

Sin embargo, mientras el resto del comercio se adapta al nuevo horario establecido a partir del 15 de septiembre, con la recuperación de los cierres dominicales, hay un establecimiento que conserva un estado de excepción y no sigue esta pauta.

Se trata del Maremàgnum, el cual por su ubicación privilegiada sobre el mar, permanece abierto los 365 días del año. Sigue, por tanto, su régimen habitual, el cual puede representar un atractivo para turistas y ciudadanos.

Maremagnum en Barcelona Shutterstock

Situación a futuro

Aunque la apertura dominical extraordinaria concluye ese día, el acuerdo suscrito en 2022 está vigente hasta finales de 2025. Esto abre la puerta a posibles renovaciones por parte del sector comercial, siempre que no se registren quejas y se garantice el respeto a los derechos laborales.

En este sentido, desde la asociación que representa al conjunto del comercio turístico, Barcelona Obert, se advierte que si nadie dice lo contrario, podría volver a darse esta ampliación de horarios en próximas campañas estivales.

Qué puede implicar para comerciantes y consumidores

Esta modificación que se ha llevado a cabo durante la época estival en el horario de los centros comerciales puede dejar un impacto para las tiendas que se ubican en zonas turísticas. Los domingos adicionales en la actividad comercial podrían haber permitido captar el flujo de visitantes que Barcelona recibe en verano, mejorando así ventas y visibilidad.

Igualmente, para los consumidores el hecho de poder disponer de los negocios un domingo puede presentar una oportunidad valiosa: más opciones de compra y ocio incluso en días tradicionalmente inhábiles.

Además, para los trabajadores, el acuerdo contempla compensaciones laborales y seguimiento por una comisión ad hoc, buscando un equilibrio justo entre actividad comercial y derechos laborales.

No es Llívia: el pueblo catalán que quiere ser francés

El final del verano trae consigo una vuelta a la rutina, también en los comercios. Y con ello, este regreso a la normalidad dominical en Barcelona, el cual marca el fin de una medida, fruto de un pacto complejo, que podría renovarse si el sector lo considera viable y beneficioso.

Hasta entonces, la capital catalana materializa su particular momento post-vacaciones y recupera su ritmo habitual, con el tradicional descanso de domingo.