La seguridad privada reclama más presencia en el Camp Nou: “Con más vigilantes, se ahorrarían 40 euros por mosso y hora”

40,25 euros. Es lo que cuesta a la hora el despliegue de cada agente de los Mossos d'Esquadra en los partidos del FC Barcelona para garantizar la seguridad de los aficionados en el Estadio Olímpico Lluís Companys, o el nuevo Camp Nou a partir del próximo mes de septiembre. Una situación que también se produce en los partidos que disputa en casa el Espanyol, en el RCDE Stadium de Cornellà de Llobregat.

Así lo recoge documentación oficial del Departamento de Interior a la que ha tenido acceso este medio. La conselleria acomete un despliegue de recursos extraordinario en los encuentros deportivos de ambos clubes, que cuenta con un número mayor de efectivos cuando se trata de citas agitadas por los radicales del fútbol --los Boixos Nois y La Curva, respectivamente-- o cuando se produce una asistencia masiva, como en los Clásicos contra el Real Madrid.

Los clubes asumen el pago

Esta tasa que deben asumir los equipos como organizadores está en vigor desde que lo aprobara el Govern en 2014, amparándose en la Ley 19/2007 de 11 de julio, que obliga a las administraciones a tomar medidas contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte y se inspira en el desastre de Hillsboroug, donde en 1989 murieron 90 aficionados y motivó que el Reino Unido estableciera este pago.

Según la normativa catalana, el número mínimo de agentes varía según el aforo: para recintos con hasta 1.000 personas se consideran ordinarios hasta 20 agentes; mientras que para recintos con más de 15.000 personas son 95. Estos mínimos forman parte del dispositivo ordinario y su coste lo asume la policía.

Los aficionados del antiguo Camp Nou

40 euros por mosso y hora

Sin embargo, cuando se destinan más agentes que esos mínimos, el organizador debe pagar una tasa de 40,25 euros por hora y por cada agente extra destinado al servicio, como contemplan los Presupuestos de la Generalitat de 2023, prorrogados aún hoy. Las dimensiones del dispositivo dependen de cada partido y este se diseña en función de la clasificación y rivalidad entre los equipos, la hora y la fecha del encuentro, los antecedentes previos con violencia y la fase de la competición, entre otros criterios técnicos y operativos.

"No existe una cifra fija, ya que cada partido presenta características propias que pueden hacer variar significativamente el dispositivo", aclaran a este medio fuentes de Interior. Sin embargo, un partido ordinario obliga a movilizar de 90 a 150 efectivos, mientras que uno de alto riesgo puede superar los 200 policías; asimismo, un derby barcelonés incluye un refuerzo con "brigadas móviles, drones y otros recursos especializados".

La seguridad privada se ofrece

Es en este contexto en el que el sector de la seguridad privada se ofrece para que la seguridad de estadios como el Camp Nou no recaiga exclusivamente en los Mossos d'Esquadra, y así reducir el gasto de los clubes. ADN Sindical Seguridad y Servicios de Cataluña defiende que la vigilancia privada está capacitada para asumir labores de protección en estos recintos, ya que dispone de información específica para estas tareas.

Precisamente, una resolución de la Secretaría de Estado de Seguridad reconoce que el personal de seguridad privada cuenta con formación específica para eventos deportivos y espectáculos públicos. Preparación que abarca desde operativos de actuación, como el control de permanencia y la expulsión de asistentes, hasta la gestión de situaciones como avalanchas, invasiones de campo y presencia de grupos radicales. 

"Es vergonzoso que se tenga que tirar de la policía cuando tenemos expertos como nosotros para la realización de los servicios", indican desde el gremio. El sindicato que agrupa al sector privado mayoritario en la comunidad, señalan que en otros países comunitarios, como en Bélgica o Polonia, la seguridad en los estadios la gestionan empresas privadas contratadas para ello, y la poca intervención policial se produce fuera de los campos.

Stewards y profesionales de seguridad privada del Barça Víctor Malo CULEMANIA

Modelo compartido

Por su parte, la Asociación Catalana de Empresas de Seguridad (ACAES) reconoce el buen hacer de la seguridad privada al desempeñar un papel significativo en el mantenimiento del orden en los estadios, quedando demostrada su buena coordinación con la policía. La patronal reconoce que algunas funciones son exclusivas de la seguridad pública, pero esto no impide que la seguridad privada amplíe y consolide su papel dentro del marco legal vigente.

Por eso, apuestan por avanzar hacia "un modelo de seguridad complementaria, eficiente y basada en la cooperación entre lo público y lo privado".

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