Can Llambí

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La histórica masía de 'Ocho apellidos catalanes' en Llagostera, a la venta por 4,7 millones

El inmueble, reformado entre 1907 y 1910, lo han visitado estrellas internacionales como Ava Gardner

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Una de las propiedades más singulares de la Costa Brava busca nuevo propietario. Se trata de la Masía de Can Llambí, en Llagostera, una finca de 108 hectáreas con siglos de historia que sale a la venta por 4,7 millones de euros.

Construido en el siglo XII, el inmueble ha ido cambiando con el paso del tiempo. Sobre la base original medieval se incorporaron elementos como una cárcel y, ya en el siglo XX, fue objeto de una reforma modernista entre 1907 y 1910 a cargo del arquitecto barcelonés Modest Feu i Estrada.

Joya arquitectónica

Existe además un rumor familiar que apunta a que una chimenea del primer piso y la reja del patio trasero podrían haber sido diseñadas por un joven Gaudí, antes de hacerse famoso, según recogen los portales Engel & Völkers y Barnes, que tienen a la venta el inmueble. 

Este predio también es conocido por haber recibido a figuras reconocidas, como la actriz estadounidense Ava Gardner, el músico Xavier Cugat, el ex primer ministro de Canadá Pierre Trudeau y Don Juan de Borbón, conde de Barcelona; además de haber servido como escenario para películas como Ocho Apellidos Catalanes y Rare Beasts.

Exterior de Can Llambí

Exterior de Can Llambí Idealista

Distribución

La masía principal abarca unos 1.283 metros cuadrados y está distribuida en tres plantas. En la primera, el gran hall de entrada conserva las arcadas originales y da paso a un salón, un despacho con libros antiguos, el comedor, la cocina y una bodega que en su día funcionó como una cárcel.

La primera planta reúne elegantes salones y habitaciones en suite con suelos modernistas, mientras que la segunda tiene una terraza con vistas a los bosques y, en días despejados, al mar.

Patrimonio arquitectónico

A esto se suman varias construcciones adicionales, entre ellas, una segunda vivienda de 461 metros cuadrados conectada con la principal y una masía de masoveros de 471 metros cuadrados, que en su origen alojaba al personal de la finca. Toda la masía cuenta con potencial para desarrollar proyectos turísticos o ecológicos.

Los exteriores completan la propiedad con más de 2.200 metros cuadrados de patios, jardines, un garaje modernista de 153 metros cuadrados y un porche de 80 metros cuadrados, todo en un entorno que mantiene su carácter rural. La finca está inscrita en el Patrimonio Arquitectónico de Cataluña con el número 30449.

Biblioteca de Can Llambí

Biblioteca de Can Llambí Idealista

Alquiler

La masía no solo es historia y arquitectura, también ha sido escenario de cine. Fue plató de la película Ocho Apellidos Catalanes (2015), donde incluso la propietaria y su hija hicieron una aparición, según recoge Sensacine.

Actualmente, la finca se promociona en Kuarere, un marketplace especializado en localizaciones para rodajes. El precio de alquiler es de 155 euros la hora, con un mínimo de ocho horas por jornada. También puede reservarse para eventos a través de su propia página web.

Siglo XII

La historia de la masía se remonta al año 1150, cuando la familia Llambí adquirió un campo llamado Les Famades al Monasterio de Sant Feliu de Guíxols. Para mediados del siglo XIV, esta masía había obtenido relevancia en la zona.

Durante la guerra remensa, un conflicto campesino que sacudió Cataluña en los siglos XV y XVI por las arduas condiciones y abusos feudales, los agricultores que trabajaban estas tierras sufrieron las consecuencias de la lucha por sus derechos.

Salón de Can Llambí

Salón de Can Llambí Idealista

Llambí

En 1528, la propiedad estaba en manos de Caterina Llambí, quien llamó al inmueble Mas Llambí y mantuvo el legado familiar hasta que la heredera contrajo matrimonio con Lluís Garriga, un terrateniente barcelonés que amplió el patrimonio rural, según el archivo de la Generalitat.

Con el tiempo, Can Llambí se convirtió en una de las casas señoriales más prósperas de la comarca, gracias a la explotación del alcornoque, un recurso vital para la economía local.

Tradición

El apellido Llambí ha llegado intacto hasta nuestros días gracias a una peculiar tradición familiar. En los contratos de matrimonio de las herederas de la masía se establecía una condición innegociable: el primer hijo debía llevar el apellido Llambí, y no el del padre.

Si el futuro esposo no aceptaba, el enlace simplemente no se celebraba. Esta cláusula, que provocó más de una ruptura, garantizó que el nombre Llambí se mantuviera vivo a lo largo de los siglos.

La propietaria actual todavía lleva el apellido Llambí, aunque solo como segundo. Con su fallecimiento, todo indica que este histórico nombre podría desaparecer de forma definitiva del linaje familiar.