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Se busca tendero en Barcelona: local y casa gratis para recuperar un negocio familiar del siglo XIX

Este local se vio forzado a cerrar hace 30 años y aún no ha encontrado comprador

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Castellolí está a solo 20 minutos de Igualada y a 50 de Barcelona. Es una zona tranquila, con apenas 651 habitantes, pero tan tranquila que, desde hace 30 años, no tienen una tienda de víveres en condiciones. 

Los lugareños todavía se acuerdan de ella. Se llamaba Cal Peret, estaba situada en el número 55 de la avenida Unió y era el colmado de toda la vida. Aquel que te salvaba de cualquier compromiso o situación de desespero culinario.

Allí se cruzaban los vecinos, compartían conversaciones y compraban el pan, la leche o los productos del huerto cercano. Una vida social que se ha visto mermada desde su cierre. Por eso el Ayuntamiento ha decidido hacer algo.

Tal y como se conocía hace apenas unas semanas, el consistorio ha puesto en marcha una iniciativa para reabrir la histórica tienda. Y lo hace presentando una oferta que, como dice el tópico, es difícil de rechazar.

Casa gratis

El ayuntamiento ofrece ceder de manera gratuita el local y la vivienda situada en el mismo edificio. Trabajo y casa gratis para quien esté dispuesto a asumir el reto de volver a ponerla en marcha.

La propuesta incluye la planta baja del inmueble, destinada al negocio, y el primer piso, habilitado como vivienda. Además, el Ayuntamiento destinará hasta 15.000 euros para ayudar en las obras de reforma necesarias para acondicionar el local.

Una vida sin colmado

El objetivo del alcalde y del municipio es recuperar ese comercio que siempre fue un punto de encuentro, y a su vez, facilitar el acceso de los vecinos a los productos de la zona, de proximidad. Pero no solo eso, la oferta busca la recuperación de un servicio esencial para el día a día de la población, especialmente de las personas mayores: tener una tienda de víveres cerca.

Desde que la tienda cerró, quienes residen en Castellolí deben desplazarse hasta Igualada o Vilanova del Camí para hacer la compra. Durante un tiempo, una furgoneta acudía semanalmente a la plaza para vender fruta, verdura y pescado, y el horno del pueblo, que resistió durante años, ofrecía algunos productos básicos. 

Feria en Castellolí

Feria en Castellolí AYUNTAMIENTO DE CASTELLOLÍ

La solución resultó sirvió tiempo, pero resultó insuficiente y, con el paso de los años, la falta de un comercio estable se ha hecho notar. Especialmente fue terrible en tiempos del Covid.

Durante los peores meses de la pandemia, el Ayuntamiento tuvo que poner en marcha cursos rápidos para que los mayores aprendieran a hacer pedidos por internet, ya que no podían salir a comprar.

Cómo revertir la situación

La experiencia demostró que ningún avance tecnológico vale. El comercio online no sustituye el valor de un comercio físico donde poder hablar, elegir el producto y sentirse acompañado y para los más mayores supone un problema. Por eso es necesario encontrar a alguien que se haga cargo de la tienda.

Con un nuevo propietario, se espera facilitar la vida a los vecinos y recuperar parte de la historia. Una jugada de un valor estratégico.

La historia de Cal Peret

Cal Peret es parte de la esencia de Castellolí. Su historia se remonta a finales del siglo XIX. Fundada en 1889 por Pere Costa Prat, a lo largo de los años fue evolucionando: primero fue tienda y horno, después también actuó como estanco.

Tres generaciones de la misma familia levantaron cada mañana la persiana del local. La actual propietaria del edificio, Montserrat Costa, recuerda con cariño aquellos tiempos en que la gente iba, compraba, charlaba, compartía sus penas y, de alguna manera, sabía qué pasaba en el pueblo. Pero el tiempo no perdona.

El cierre del negocio

La llegada de los supermercados y el crecimiento de la oferta en los municipios cercanos acabaron por hacer insostenible el negocio. El horno cerró definitivamente en 2012 y, desde entonces, la tienda ha permanecido cerrada. 

Ahora, la familia Costa ha decidido ceder el edificio al Ayuntamiento para que pueda volver a tener un uso que sirva al pueblo. Y hay una idea clara: la nueva tienda deberá especializarse en productos de proximidad, un requisito que forma parte del acuerdo. 

Nueva tienda con productos de proximidad

La idea es que Cal Peret se convierta en un escaparate de los alimentos que se producen en los parques agrarios cercanos, tanto en la Conca d’Òdena como en los alrededores de Montserrat. De esta manera, no sólo se reactiva la economía local, sino que también se dan a conocer los productos de la tierra.

El proceso para encontrar a la persona o el proyecto adecuado ya ha comenzado. No se exigen títulos ni experiencia previa en comercio, aunque sí se valorará la viabilidad de la propuesta y el compromiso de quien decida aceptar el reto. Lo que se busca es alguien dispuesto a instalarse en el pueblo y a integrarse en su día a día. 

Cómo ser tendero en Castellolí

Para quienes deseen optar a esta oportunidad, el plazo para presentar candidaturas finaliza el 9 de julio. El consistorio ha habilitado canales de contacto para resolver dudas y ofrecer información a los interesados.

Los que quieran optar a esta tienda también han de saber que el pueblo merece la pena, por sus vecinos y por su calidad de vida. Castellolí es un lugar rodeado de naturaleza y con un paisaje dominado por campos, montañas y bosques. 

Cómo llegar 

A medio camino entre Igualada y Montserrat, el municipio conserva su carácter rural y su ritmo tranquilo. Sus casas de piedra, sus calles estrechas y su plaza central son testigos del paso del tiempo y del esfuerzo de sus habitantes por mantener vivo su patrimonio. 

Desde Barcelona, el viaje no supera los 45 minutos. La ruta más rápida es por la autovía A-2 en dirección a Lleida, tomando la salida 554 hacia Castellolí.