La defraudadora del DiR, que presuntamente vendió pisos en el gimnasio de este grupo en Sant Cugat del Vallès y jamás los entregó, suma otras cuatro querellas: una de ellas, de su exabogado. La inmobiliaria Estefanía Ramos Barón ha encajado otros cuatro escritos por presunta estafa inmobiliaria, mientras aguarda, también, una primera macrocausa en la Audiencia Provincial, y una investigación de la Fiscalía de Barcelona.
Lo han detallado fuentes cercanas al caso, después de que el primer juicio por supuesto fraude masivo se volviera a aplazar ayer hasta verano de 2025, por segunda vez. La causa implica a Ramos, que se defiende de una petición fiscal de seis años de cárcel por estafa y falsedad en documento mercantil, como avanzó Crónica Global.
Ese caso, en el que la directiva defiende su inocencia, es el primero de varios percances judiciales. Los otros están en una fase mucho más embrionaria.
Cuatro querellas: una del exabogado y otra de un médico
Por lo pronto, sus víctimas anuncian a este medio que han interpuesto otras cuatro querellas contra ella tras haberle comprado pisos con un notable descuento y no haberlos recibido. Lo notorio es que uno de los escritos lo ha presentado el exmédico de su madre.
Otra denuncia penal procede de su exabogado. Ambos aseguran que le compraron pisos descontados a Estefanía Ramos, y que ésta se quedó con el dinero. Ella asegura que es inocente, y que ha habido incidentes con las viviendas que le han impedido entregarlas.
En el caso de su exletrado, que le hizo "muchos contratos de compraventa", la ejecutiva ha informado a este medio que ella también le ha denunciado.
Fiscalía investiga una quinta
Pero es que hay más, porque la Fiscalía investiga también indicios de una quinta estafa que afectó a otra presunta víctima, también un comprador, con su mujer.
Las pesquisas las conduce la delegación provincial de Barcelona, como avanzó este medio, y según una portavoz, se encuentran en fase de investigación.
Venta en DiR Sant Cugat
Esta presunta quinta estafa se urdió en las instalaciones del DiR Sant Cugat, como explicó en su día Crónica Global. Estefanía Ramos montó un black friday inmobiliario en el restaurante de la pista central del gimnasio posh el viernes 27 de octubre de 2023.
El evento contó con un notario para firmar las operaciones. Al acto acudió personalmente Daniel Esteve, fundador de Desokupa, que prometió un "descuento" a los clientes que acudieran de parte de la empresaria. Tras ello, empezó la subasta, que condujo un imitador del cantante Elvis Presley.
Al cerciorarse de la posible estafa masiva en sus instalaciones, la cadena de gimnasios DiR rescindió el contrato con el restaurante y echó a diversos empleados. Algunos de ellos han llevado su salida forzada ante la justicia.
Gramina Homes
Algunos compradores que adquirieron activos a Estefanía aducen que ésta ofrecía pisos de entidades financieras que vende Gramina Homes, empresa de Madrid que controla el fondo de inversión Lone Star.
Según ellos, Estefanía Ramos se presentaba como colaboradora de Gramina y les presentaba bienes raíces procedentes de operaciones fallidas.
Macrocausa
Todos estos percances se tendrán que demostrar en sede judicial, claro. Pero la presunta defraudadora del DiR tiene una causa anterior que se presenta como más cuesta arriba: una macrocausa por, también, presunta estafa inmobiliaria en la que la Fiscalía le acusa de levantar 2,1 millones a cuatro empresas y a dos particulares que le compraron pisos y edificios y no los recibieron.
Los hechos ocurrieron entre los años 2015 y 2016, y el caso ha llegado a juicio dos veces en el último año y medio. La última, ayer. Pero las vistas se han aplazado en sendas ocasiones. En la causa se sientan en el banquillo cinco personas, aunque la pena más dura se pide para Ramos, que ya fue condenada previamente por estafa en la Audiencia Provincial de Barcelona en 2015.
Socia de un candidato de la ANC en la Cámara
Dos datos más sitúan a la inmobiliaria en el tejido económico en Cataluña. En 2011, la empresaria se asoció con Joan Ramon Gros, que a la postre fue uno de los candidatos a la Cámara de Comercio de Terrassa por la Assemblea Nacional Catalana (ANC).
Ella alega que la empresa de distribución eléctrica que crearon ambos "es algo del pasado, de hace más de una década", aunque la sociedad sigue activa, según el Registro Mercantil.
Operativa o no, Gros y Ramos heredaron la firma de Jordi Roset, dueño de las gasolineras independentistas Petrolis Independents y, por lo tanto, exsocio de Joan Canadell, que presidió la Cámara de Barcelona entre 2019 y 2021. Hoy es diputado de Junts.
Un clan la secuestró
Por su parte, la directiva ahora acusada fue secuestrada por un clan familiar del Vallès Occidental. La familia entró en un negocio inmobiliario con Estefanía Ramos, pero la operación no dio los frutos esperados. Ante ello, el linaje reclamó unos 40.000 euros a la empresaria, pero ella no se los pagó.
Así que contrataron a un investigador privado, que averiguó información de Ramos. Con los datos del detective, la secuestraron en el centro de Barcelona y la retuvieron ilegalmente en la urbanización de Gavà Mar (Barcelona) durante cuatros días para que pagara.
La intermediaria consiguió llamar a su abogado, que alertó a los Mossos d'Esquadra. La policía catalana la consiguió liberar y detuvo a cuatro personas, incluyendo al detective.