Iván crea un exoesqueleto para pacientes de ictus: "Mi padre ya no podrá usarlo, pero millones de personas sí"
- El CEO de Robopedics, Iván Martínez, trabaja para llevar a los hogares un dispositivo biónico desarrollado en Barcelona que permite volver a caminar a pesar de la parálisis
- Otras historias: Un hospital catalán presenta una técnica pionera para mitigar los efectos del ictus
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Manuel sufrió un ictus en 2015 que lo postró en una silla de ruedas para el resto de sus días. La pandemia de Covid-19 segó su vida en 2020, cinco años después. No logró ver lo que su hijo llevaba tiempo preparando en sus ratos libres, fuera del trabajo: un exoesqueleto que devuelve la movilidad a pacientes de accidentes cererebrovasculares.
Iván Martínez trabaja para introducir AWAKE, el primer dispositivo biónico de este tipo, en los hogares de los millones de personas que se encuentran o se encontrarán en la situación de su padre en España y el resto del mundo.
Sistema biónico avanzado
Este ingeniero industrial nacido en Vergara (Guipuzkoa) es el CEO de Robopedics, empresa tecnológica establecida en El Prat de Llobregat (Barcelona). Colabora con el Hospital Germans Trias i Pujol para extender su avanzado sistema, en el que ha invertido 1,5 millones de euros.
"No deja de ser un robot que se adapta a la pierna y da la estabilidad y el impulso que les falta a los pacientes", describe, incidiendo en su ergonomía y ligereza como carta de presentación.
"Desahucio hospitalario"
Él ha constatado las dificultades que deben superar los supervivientes desde el "desahucio hospitalario"; así se refiere al momento "dramático" en el que son dados de alta del centro sanitario y vuelven a su casa en una silla de ruedas.
"En los hospitales existen exoesqueletos desde hace 15 años, pero son equipos extremadamente caros. Cacharros que valen 100.000 euros, que son muy complicados de adquirir por particulares y que luego no se adaptan a tu hogar porque necesitas una serie de servicios que no se disponen en los domicilios", explica en conversación con este medio.
Una decena de supervivientes ya lo prueban
El sistema sanitario "salva a mucha gente", pero la que sobrevive lo hace con lesiones severas, como parálisis total o lateral, dolor crónico, úlceras, problemas cardiovasculares y otras muchas complicaciones derivadas de no poder caminar.
En este contexto, Iván decidió desarrollar una tecnología para que su padre pudiera caminar. "Cuatro o cinco años trabajando en ello, pero mi padre no se pudo beneficiar. Sí lo harán millones de personas que se encuentran en su situación".
"Mi padre no, millones sí"
Actualmente, Robopedics testea sus prototipos en una decena de pacientes para ampliar la aplicación de AWAKE. Se necesitan una decena de sesiones para aprender a usar el producto, ya que "es como comenzar a ir en bici". Y quien lo prueba vive momentos de gran emoción: "Algunos lloran porque hacía años que no se veían caminando frente a un espejo".
Mientras, Martínez avanza con una "tramitación farragosa" antes de llegar al mercado. El ingeniero industrial confía en que "cuando la Sanidad pública, que da muy pocas ayudas a la dependencia, vea el dinero que se ahorra cuando estas personas ganan en salud y no necesitan ir tanto al médico, lo incluirá en el copago".
Robopedics estima enormes ingresos
Con su dispositivo 100% hecho en España y un precio aún por determinar pero que "promete ser accesible para los pacientes", Robopedics estima que generará más de 500 millones de euros en ingresos netos para 2031, según la enorme demanda que predice.
El Ministerio reconoce el ictus como "una enfermedad que trae consigo un enorme sufrimiento y un impacto en todas las esferas de la vida". Es considerado un problema de salud pública en todo el mundo, asociado a una elevada mortalidad y discapacidad si no se trata adecuadamente. Algunos datos:
- 120.000 personas sufren un ictus y alrededor de 25.000 fallecen cada año en España por ello.
- Una de cada seis personas en el mundo padecerá un ictus a lo largo de su vida
- Es la primera causa de discapacidad en Europa y una de las principales causas de muerte.
- Su incidencia ha crecido un 25% en edades comprendidas entre 20 y 64 años, si bien es más frecuente a partir de los 65 años.