La contundente victoria de Donald Trump en las elecciones estadounidenses, celebradas a lo largo del martes, ha tenido un primer efecto notablemente negativo en la bolsa española, concentrado en los sectores financiero y energético. El primero ha sido con diferencia el más penalizado, con BBVA y Santander afectados por la fuerte caída de la divisa mexicana, mercado en el que cuentan con notables intereses.
El movimiento de arrastre que han ejercido los dos grandes sobre el resto del sector ha sido determinante para hacer del Ibex 35 el indicador europeo más golpeado por el resultado electoral al otro lado del Atlántico, con un retroceso del 2,9%.
El impacto en el sector financiero se ha traducido en una merma de la capitalización bursátil de los bancos cotizados próxima a los 9.700 millones de euros de un plumazo, únicamente en la sesión de este miércoles.
Desde primera hora, el valor más castigado ha sido BBVA debido a los efectos negativos del fuerte retroceso experimentado por el peso mexicano frente al dólar, que ha sido el activo estrella en el mercado de divisas.
El país azteca es el que más aporta a la entidad que preside Carlos Torres; de hecho, los resultados hasta septiembre publicados a finales de la pasada semana reflejan que la mitad del beneficio del banco procede de su negocio en el país.
Los ataques durante la campaña del candidato republicano al Gobierno mexicano y las amenazas de endurecimiento de aranceles han hecho que el triunfo de Trump haya provocado incertidumbre sobre el futuro de la economía azteca, para la que la relación comercial con su vecino del norte es fundamental.
Los descensos del 6,64% de BBVA han sido replicados por Banco Sabadell, cuya cotización está altamente correlacionada con la de la entidad que pretende su absorción y que lanzó una OPA hostil por el 100% de su capital a mediados del pasado marzo. Los títulos del banco que preside Josep Oliu se han hundido un 6,48%.
El impacto en las renovables
También ha retrocedido con fuerza Santander, con notable presencia en México. Sus acciones se han dejado un 4,8%, lo que ha terminado por sembrar la desconfianza en el resto del sector. Así, Caixabank se ha dejado un 3,7%; Bankinter, un 3,8%; y Unicaja Banco, un 4,4%.
El otro gran perjudicado ha sido el sector energético, sobre todo el más expuesto al segmento renovable. Ya en su primer mandato, Trump no fue proclive al desarrollo de las energías limpias. Su nueva victoria electoral eleva la incertidumbre sobre las posibilidades de las empresas españolas, que se han volcado en un mercado que, hasta ahora, ha ofrecido oportunidades más que apetecibles.
Acciona y su filial de renovables han sido las más penalizadas, con descensos del 8% y el 7%, respectivamente. Mientras, Solaria ha perdido un 5,6% e Iberdrola, con fuerte implantación en el mercado estadounidense, ha visto mermado el precio de sus acciones un 4,2%.
Otra de las víctimas del efecto Trump ha sido Fluidra, también con notable presencia en un mercado que es referente mundial para el sector de piscinas y wellness. El valor ha retrocedido en torno al 5,5%.