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El beneficio neto de Caixabank ascendió a 4.248 millones de euros en los nueve primeros meses de 2024, con lo que ha mejorado en un 16,1% el registrado en el mismo periodo del pasado año. Pese a contar con un contexto de tipos de interés a la baja, opuesto al de 2023, la entidad ha conseguido mantener la mejora de todos sus márgenes a un ritmo de doble dígito.

La intensa actividad comercial ha conducido a Caixabank a elevar un 13,6% el margen de intereses, hasta 8.367 millones; una evolución que contrasta con la de las entidades que hasta ahora han presentado sus cuentas hasta septiembre.

Imagen de archivo del consejero delegado de Caixabank, Gonzalo Gortázar Europa Press

Mientras, el margen bruto se elevó un 10,3%, claramente por encima de los gastos de administración y amortización recurrentes. Una circunstancia que ha favorecido la subida del margen de explotación hasta el 14,5%.

Por su parte, la rentabilidad sobre activos propios (ROE) ha alcanzado el 14,4% y la ratio de eficiencia ha mejorado hasta el 39,2%, una de las más reducidas del sector.

1.070 millones en dividendos

En línea con la política de remuneración al accionista de la entidad, el consejo aprobó este miércoles la distribución de un primer dividendo a cuenta de los resultados de 2024. El total a repartir entre los socios es de 1.070 millones de euros, equivalente al 40% del beneficio neto registrado en el primer semestre.

El periodo enero-septiembre también se ha caracterizado por la capacidad de Caixabank de generar capital, hasta 128 puntos básicos. Una cifra que ha compensado el efecto de los dos programas de recompra de acciones, por valor de 500 millones cada uno, anunciados este año y el que se pondrá en marcha tras la aprobación del plan estratégico, el próximo 19 de noviembre. 

Así, la ratio CET1 fully loaded se sitúa en el 12,2%, cómodamente por encima de los requerimientos mínimos. Además, la morosidad se mantiene en cotas históricamente bajas, con una ratio del 2,7%

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