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Los hermanos Santiago y Javier Orejana, dos de los restauradores de moda en Madrid, huyen de Cataluña con el rabo entre las piernas. A sus espaldas dejan una deuda cercana al millón de euros a promotores, constructores y arquitectos. Ahora, "no contestan a las llamadas" ni dan explicaciones de sus impagos. 

Así lo explican fuentes del sector inmobiliario barcelonés, como el promotor Lluís Casamitjana, a Crónica Global. Los Orejana firmaron un alquiler de 100.000 euros mensuales para instalar su marca Yatai Food Market en el espacio Tasteat del Hotel ME by Meliá, en la calle Casp con paseo de Gràcia. Sin embargo, llevan ocho meses sin pagar ni la renta ni el IBI, y ni siquiera han abierto las puertas del negocio.

Una alianza "ruinosa"

Por ello, el juez debe valorar una orden de desahucio solicitada por la sociedad propietaria del local contra Yatai y el Grupo Salvaje, la otra compañía que iba a instalarse junto a los Orejana en el hotel ME by Meliá en Barcelona. Los restauradores madrileños se niegan a devolver las llaves del recinto y piden ante el juez la nulidad del contrato, según narra Casamitjana, gestor del inmueble. "Son todos una panda de insolventes", explica el empresario.

¿Qué ha pasado para que los exitosos y prudentes hermanos Orejana se hundan? Fuentes cercanas a la familia explican que el motivo es su alianza con el Grupo Salvaje. Yatai y Salvaje firmaron un alquiler conjunto para instalarse en los bajos del Hotel Meliá que acabó como el rosario de la aurora.

Javier Orejana, cofundador de Yatai Market, con uno de los locales Cedida

Salvaje arrastra a Yatai en su caída a los infiernos

En el proceso de apertura, fueron supuestamente "estafados y engañados" por Zeus Fernández, portavoz de Salvaje, un tipo "fantasmal, huidizo y oscuro", explican las mismas fuentes. Acometieron una disparatada reforma de dos millones de euros y ahora las dos empresas se han arruinado y han comenzado un periplo judicial con pocas probabilidades de victoria. De hecho, Yatai ha tenido que vender su otro mercado gastronómico de Barcelona, en el Born, que ahora se llama Okio Asian Street Market.

Salvaje dejó de pagar porque su negocio se hunde en España. Cerraron en la calle Enric Granados y ahora tampoco les funciona en Madrid. Exponen fuentes del mercado que el restaurante que abrieron en pleno barrio de Salamanca les ha ido “muy mal”, pues la instalación les costó el doble de lo previsto y no tuvo el retorno esperado. El SLVJ Madrid Velazquez –así se llama la marca del grupo en la capital– se ubica en el interior del Bless Hotel y ofrece una gastronomía nipona con toques exóticos; además de coctelería, música en directo y espectáculos de todo tipo.

Por otro lado, su local Rhudo en la capital tampoco marcha bien. El restaurante aterrizó con varios miembros de la beautiful people madrileña como inversores: Miguel Ángel Silvestre, Álex González, Marcos Llorente y Antoine Griezmann. Ahora, estos les han abandonado y ya no dan la cara por el restaurante, expuso El Confidencial.

De empresarios de éxito a deudas sin devolver

Sea su culpa o de los demás, los Orejana han huido de Cataluña por la puerta de atrás. Y eso que llegaron a Barcelona con fama de empresarios de éxito, hombres de negocios con ese savoir-faire de la capital. Gestionaban Mercado de Ibiza, Boca, Sexto y Yatai Market en la capital española. Fue con este último producto con el que desembarcaron en Cataluña: Yatai abrió un flamante mercado asiático de 700 metros cuadrados en la avenida Marquès de L'Argentera, en el Born.

Un 'disc jockey', en ClubHaus Barcelona, que mezclaba comida, música, arte y juego Cedida

Antes, en este local operó el histriónico Clubhaus, del chefpreneur Joel Serra --EatWith y las pizzas cuadradas de Squadra Pizza Lab-- y el empresario Alberto Mateos --Makamakka--, pero se estrelló. El restaurante-club con disc jóckey, karaoke, pimpón, minigolf o futbolín tuvo problemas de licencia desde el principio. Finalmente, colapsó. 

A su vez, el mercado asiático que le sustituyó había abierto antes en la zona de Tirso de Molina de la capital en 2017 y, después, se expandió al Centro Comercial de Las Rozas. Su éxito fue fulgurante: combinaba una serie de estands y puestos de comida asiática con marcas como Hong Kong Duck, Le Japonais o Ugari, entre otros. Finalmente, Yatai, la marca con la que habían entrado en Barcelona por la puerta grande, también fue la que los despeñó a los infiernos.