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GQG Partners, que llegó a tener un 3% del capital de BBVA, ha vendido su participación debido a la decisión del banco liderado por Carlos Torres de formular una oferta hostil por el Banco Sabadell.

El fondo estadounidense tomó en julio la decisión de desprenderse de su participación en el banco, tras haber comunicado al equipo directivo de BBVA su percepción de que la oferta sobre Sabadell consumiría demasiado tiempo y distraería a la entidad de su propósito, además de diluir su exposición a los mercados emergentes, según ha adelantado Financial Times y han confirmado fuentes del mercado.

Según consta en los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) consultados por Europa Press, el fondo radicado en Florida llegó a tener un 3,090% del accionariado de BBVA en febrero de 2021, participación que redujo en agosto de 2022 hasta el 2,957%.

Pese al seguimiento de su inversión, GQG Partners había adoptado la decisión de no intervenir ni dar instrucciones en relación con los derechos de voto que ostentaba en el banco.

Accionistas principales

Actualmente, los principales accionistas de BBVA son el fondo estadounidense BlackRock, con el 6,68%, y Capital Research and Management Company, con el 5,027%.

BBVA anunció en mayo el lanzamiento de una Oferta Pública de Adquisición de acciones (OPA) de carácter hostil sobre el 100% de Banco Sabadell, tras haber intentado infructuosamente un mes antes un acuerdo amistoso para fusionar ambas entidades, rechazado de plano por el consejo de administración de Banco Sabadell.

Cabe recordar que, ya a finales de 2020, ambas entidades mantuvieron negociaciones para fusionarse, si bien finalmente no llegaron a un acuerdo por discrepancias en la ecuación de canje y en la estructura de mando de la entidad resultante.

Rechazo del Sabadell

En un contexto de reducción de tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE) y de abundante músculo financiero tras vender por 9.700 millones su negocio en Estados Unidos, el BBVA ha vuelto a intentar esta operación que pretende fusionar dos de los mayores bancos españoles y a la que encuentra un "sentido estratégico".

Sin embargo, la entidad catalana ha rechazado de plano la propuesta, al considerar que puede generar más valor en solitario para los accionistas y que la oferta de BBVA infravalora su proyecto.

A la espera de la CNMV y la CNMC

Esto llevó al BBVA a lanzar la OPA hostil, en la que traslada a los accionistas de Sabadell la misma oferta que había realizado al consejo, al considerarla "muy atractiva", y con el objetivo último de fusionar ambas entidades con la vista puesta en ganar peso en el mercado de pymes en España, un negocio donde el Sabadell destaca.

Después de conseguir el visto bueno de su junta de accionistas y del BCE -que analizó la operación sólo desde la órbita de la solvencia-, BBVA está ahora a la espera de recibir la autorización de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) pero, especialmente, de la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) sobre el proyecto, consciente de la postura del Gobierno que, desde el primer momento, se ha opuesto a la operación.

Plazos

El calendario de BBVA estima que el proceso para poder lanzar la OPA sobre Sabadell tardará entre unos seis u ocho meses desde el anuncio de la operación en mayo, incluyendo el tiempo previsto para recabar todas las autorizaciones necesarias. De hecho, para la CNMC, el banco estima unos cinco o seis meses, es decir, hasta principios de noviembre.

En un folleto remitido a la SEC estadounidense, el BBVA sigue manteniendo su previsión de que la fusión se cerrará a finales del primer semestre de 2025.

Sin embargo, recientemente, el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, apuntó a que el calendario de la OPA podría extenderse "varios meses más, hasta bien entrado el primer trimestre de 2025" si el análisis de la CNMC pasa a fase 2. Actualmente, se encuentra en fase 1.

Rechazo del Gobierno

De hecho, Cuerpo reiteró su oposición a la operación planteada por BBVA, ya que no observa ningún elemento nuevo que le haga cambiar de opinión. Insistió en la "gran preocupación" que tiene por el impacto que la operación puede tener sobre la competencia y sobre la situación para los consumidores.

Ante esta situación, el presidente de la CNMV, Rodrigo Buenaventura, indicó ante la Comisión de Economía del Congreso de los Diputados que su organismo monitorizará cuál es el momento "óptimo" para aprobar el folleto, teniendo en cuenta la celeridad que tiene que haber en el análisis del documento y la protección del derecho de los inversores a acudir a una oferta con la mayor cantidad de información posible.

"Tenemos un problema de tiempos frente a la completitud de la información. Tenemos que evaluar cuáles son esos dos objetivos, cuál pesa más en cada momento y monitorizar el proceso para decidir cuando se debería producir la aprobación, una vez el proyecto [o folleto] esté completo", afirmó Buenaventura, quien también informó de que el documento seguía en revisión

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