Las big four de la arquitectura han entrado en la pugna por el nuevo polo cultural de la parte alta del Paseo de Gràcia: la reforma de la Torre Muñoz, rascacielos vacío que ocupaba el Departamento de Empresa de la Generalitat y que renacerá como polo creativo y de oficinas. Despachos como Batlle i Roig, MBM -del celebrado Oriol Bohigas-, Masana-Bosch -autora de la nueva cárcel Modelo- u OMA son algunos de los interesados en la reforma.
Lo han detallado fuentes cercanas al concurso, que pilota Infraestructures de la Generalitat de Cataluña, pues el rascacielos, situado en el número 105, es propiedad de la Dirección General de Patrimonio de la Administración autonómica. La licitación la dejó lista ERC antes de abandonar el Govern en agosto.
Ahora, la heredará el Ejecutivo del president Salvador Illa (PSC) con los grandes despachos situados ojo avizor a la operación.
"Estaban los grandes"
Por lo pronto, la reforma del edificio de nueve plantas que otea a la codiciada confluencia de Paseo de Gràcia y la avenida Diagonal ha arrancado con un precontrato previo de 1,8 millones de euros.
Fuentes del sector han añadido que "ya se han producido visitas preliminares", y en las mismas han participado los primeros espadas de la arquitectura catalana. Estos son, entre otros, los llamados big four: el despacho Batlle i Roig -acudió el propio Joan Roig a una de estas visitas-; MBM, de Bohigas, Masana-Bosch, Mesura u OMA, entre otros.
Su interés no significa que vayan a acudir necesariamente al concurso, sino que les genera interés. El dosier se enviará dependiendo de la rentabilidad, añaden las mismas fuentes.
Auditorio
Ese margen lo fijará un presupuesto que aún no se conoce. Como tampoco han salido los detalles de la gran rehabilitación. Pero sí se saben las intenciones del Govern. El gabinete de Illa -Economía lo pilota la consellera Alícia Romero- busca reposicionar el activo con una intervención integral en las nueve plantas.
En la subterránea, donde ahora se encuentra un párking, el aparcamiento "se eliminará" para habilitar un auditorio de tamaño mediano. La lógica tras esta intervención es que Torre Muñoz "es tan céntrica que no precisa estacionamiento: hay muchas formas de acudir a trabajar en transporte público". Al mismo se accederá por el jardín del edificio, y conllevará el "derribo de algunos almacenes".
Centro digital
A pie de calle, en la planta noble, la Torre Muñoz tendrá un nuevo centro de exposiciones y cultura digital. Estará conectado con el auditorio subterráneo y servirá para exponer las creaciones del talento local e internacional.
Por su parte, el resto de alturas estarán dedicadas a oficinas -su uso actual-, tanto en despachos de tipo cerrado como espacios de trabajo diáfanos, algo que no tiene. Se calcula que la intervención podría un presupuesto cercano a los diez millones de euros.
Fin a la venta de patrimonio de Mas-Colell
Más allá de la reforma en sí, el proyecto es icónico porque liquida una de las políticas que protagonizó el Govern de Artur Mas a partir de 2010. El expresident y su conseller de Economía, Andreu Mas-Colell, vendieron diversas piezas del patrimonio de la Generalitat de Cataluña para, dijeron entonces, ganar liquidez ante unas cuentas en quiebra técnica.
En total, el Ejecutivo de Mas vendió 18 piezas, de las cuales 12 se colocaron por debajo de su valor real. El agujero en las finanzas públicas fue de unos 39 millones de euros, concluyó la Sindicatura de Cuentas años después. El activo más emblemático de esa operación fue la modernista Casa Burés del Eixample, comprada por Bonavista Developments y transformada en pisos de superlujo.
Torre Muñoz se ofreció al capital israelí
De ese paquete, el capital israelí, de la mano del ahora presidente del FC Barcelona Joan Laporta, tentó la compra de la propia Torre Muñoz. Nadlan BCN, del empresario Morris Moshe, llegó a dar paga y señal por el rascacielos, pero la operación se vino abajo. La firma pleiteó hasta el Tribunal Supremo, pero perdió y se dejó 16 millones de euros por el camino, informó VozPópuli.
Desde entonces, Moshe ha dejado inactiva la promotora y no ha presentado ni cuentas anuales al Registro Mercantil.
ERC revirtió la política
Una década después, el Govern de Pere Aragonès (ERC) avanzó que enderezaría el curso de esa política, como explicó este medio. Apostó por la construcción de nuevas sedes gubernamentales y por el reposicionamiento de las existentes, avanzó el Ejecutivo anterior. El concurso de arquitectura de Torre Muñoz se enmarca en esta política, han indicado fuentes cercanas.
Cuando termine la obra, el corazón de la Ciudad Condal habrá ganado el segundo centro de creación digital. El primero ya se está construyendo en Las Ramblas, en la antigua Foneria de Canons, a escasos metros de la estatua de Cristóbal Colón. Fue un proyecto del equipo del expresident Quim Torra que se retrasó durante años, hasta su inicio hace unos meses.