El capital riesgo está en pleno auge entre los grandes patrimonios y algunas de las figuras más relevantes de la industria de inversión. Entre ellos ya hay que contar con Óscar Fanjul, el sempiterno tutor de las finanzas de Alicia Koplowitz, que ha creado recientemente una nueva gestora enfocada a este ámbito y, dentro de él, al entorno tecnológico.
Para esta nueva aventura, Fanjul cuenta con la colaboración de uno de los mejores conocedores de la industria de inversión colectiva desde el punto de vista regulatorio. Se trata de Sebastián Albella, actual socio del despacho Linklaters en España y expresidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), cargo que ocupó entre los años 2016 y 2020.
El antiguo máximo responsable del supervisor actuará como secretario del consejo de la gestora de nueva creación, denominada HWK Techinvestment, que operará bajo la presidencia de Fanjul.
Se trata de una sociedad gestora de entidades de inversión colectiva (Sgeic), que está autorizada a tener bajo su estructura tanto entidades de capital riesgo como otros vehículos de inversión colectiva de carácter cerrado.
Enfoque tecnológico
Su vocación tecnológica está respaldada por la presencia en el órgano de gobierno de referentes en este sector. Es el caso de Juan Santamaría, consejero delegado de Panda Security, compañía especializada en ciberseguridad y que fue una de las pioneras en España en este segmento, a comienzos de la década de los 90.
Bajo la dirección de Santamaría, Panda Security fue adquirida por la estadounidense WatchGuard Technologies, en una operación valorada en algo más de 200 millones de euros y que se completó a mediados de 2020. Desde entonces, Santamaría forma parte del consejo de la empresa con sede en Seattle.
Además, ha sido promotor de varias startups, igualmente especializadas en protección de datos en las redes y cuenta con una dilatada experiencia como gestor especializado en capital riesgo.
Fanjul es uno de los referentes de la industria de inversión desde su puesto de número uno de la gestora Omega Capital, encargada de llevar las riendas de Morinvest, vehículo inversor de Alicia Koplowitz, propietaria de uno de los mayores patrimonios de España.
Morinvest es una de las mayores sicav registradas en la CNMV, con un patrimonio bajo gestión que se aproxima a los 700 millones de euros. Su cartera está fundamentalmente compuesta por inversiones en fondos controlados por las principales gestoras internacionales.
Además, Fanjul también ocupa la vicepresidencia de Ferrovial, a cuyo consejo de administración se incorporó hace nueve años. Ya como vicepresidente, participó en el polémico traslado de la sede social de la compañía a Países Bajos. En 2022 fue nombrado consejero independiente de Cellnex Telecom, como parte del proceso de remodelación del órgano de gobierno de la torrera, que se amplió precisamente para dar cabida a un mayor número de vocales de este tipo.
Trayectoria sin parangón
Pocas trayectorias empresariales tienen parangón con la que figura en la particular hoja de servicios de Fanjul. A finales de los 80 fue presidente fundador de Repsol, procedente del antiguo monopolio petrolero, antes de su posterior y progresiva privatización. También lideró el consejo de la antigua Hidrocantábrico y formó parte de los consejos de BBVA, Acerinox y London Stock Exchange (LSE), gestora de la Bolsa de Londres, uno de los mayores mercados financieros del mundo.
Los cambios normativos introducidos a finales de la pasada legislatura, que estimulaban la apuesta por el capital riesgo a la hora de gestionar patrimonios en detrimento de otras alternativas, otrora muy atractivas, como las sicav han generado un destacado movimiento en torno a este tipo de vehículos.
En él ha sido protagonista una buena parte de los más elevados patrimonios de Cataluña, que no han dudado en emprender este camino por primera vez o bien reorganizar la estructura de sus sociedades patrimoniales para darle cabida.
Entre estos casos se encuentran los de la familia Carulla, fundadora de Agrolimen, o el de los Puig, a través de Exea Capital, que modificó su régimen de sociedad anónima para convertirse en sociedad de capital riesgo.
Un camino similar ha seguido la familia Botet, una de las que creó la cadena de supermercados Caprabo, adquirida por Eroski en la segunda mitad de la primera década del siglo; recientemente, también han dado sus primeros pasos en el capital riesgo los Daurella (Coca-Cola European Partners) y los Planes, fundadores de Fluidra junto a otras tres familias catalanas.