Primera crisis bursátil de Puig, después de algo más de cuatro meses como empresa cotizada. El grupo de perfumería y belleza premium protagoniza este viernes un sonoro desplome en el mercado, en torno al 10%, tras dar a conocer las cuentas de su primer semestre fiscal, que incluyen un recorte del 27% en el beneficio neto.
Puig alcanzó en este periodo una facturación de 2.171 millones de euros, un 9,6% más que en el mismo periodo del año pasado, en línea con las guías ofrecidas por la compañía a los inversores en su salida a bolsa, que incluía un incremento de los ingresos a ritmo de dígito simple alto.
La compañía logró un resultado neto ajustado de 238 millones de euros, un 4,8% más, con un beneficio operativo (Ebitda) de 410 millones de euros, lo que supone un aumento del 7,4%, y un margen del Ebitda ajustado del 18,9%.
Por su parte, la deuda neta se mantuvo estable en el entorno de los 1.500 millones de euros, con lo que el apalancamiento se situó en 1,7 veces en términos de la ratio deuda neta/Ebitda, por debajo del objetivo a medio plazo, fijado en dos veces.
El descenso del resultado neto está relacionado con los costes derivados del proceso de salida a bolsa, que han incluido un total de 94 millones de euros en forma de bonus para diversos empleados de la compañía.
Los ajustes también contemplan 84 millones procedentes de fusiones y adquisiciones llevadas a cabo en los últimos trimestres para completar la cartera de marcas del grupo.
Tras algo más de un hora de contratación, los títulos de Puig cotizan levemente por encima de 22 euros, un 9,7% por debajo del precio fijado para su estreno en el parqué, que se produjo el pasado 3 de mayo.