Grífols ha logrado sofocar los nervios que ha causado en el mercado un nuevo desliz contable que ha terminado incluso con la suspensión temporal de su cotización. Tras el levantamiento de la misma, el productor de hemoderivados ha enjugado los descensos acumulados y ha vuelto a terreno positivo gracias al impulso de sus resultados semestrales, que han aflorado retorno a beneficios en los seis primeros meses del año.
En concreto, la compañía cerró el primer semestre del año con un beneficio neto reportado de 36 millones de euros, frente a las pérdidas de 70 millones del mismo periodo de 2023; por su parte, el resultado sin extraordinarios fue de 152 millones.
Flujo de caja positivo
La farmacéutica también ha anunciado al mercado la reducción de su apalancamiento hasta 5,5 veces, con una deuda financiera neta de 8.262 millones de euros, aunque el importe no incluye el impacto de 1.134 millones de euros a 30 de junio de 2024 de las obligaciones financieras relacionadas con el arrendamiento de los centros de plasma principalmente, por lo que la deuda neta según balance fue de 9.396 millones.
Además, Grífols también logró registrar un flujo de caja positivo de 57 millones de euros, lo que sitúa a la empresa camino de lograr uno de sus principales objetivos para el conjunto del año.
Con todo, la cotización de Grífols cerró con tono plano, tras llegar a perder algo más d un 3% tras el levantamiento de la suspensión de cotización por parte del organismo supervisor.
No obstante, antes de conocerse la incorrección contable, las acciones de la compañía avanzaban con paso firme, hasta el punto de que las subidas llegaron a superar el 2%.
Nuevo caso
La farmacéutica ha protagonizado este martes su enésimo incidente en los mercados desde que se inició el año al ser suspendida de cotización por parte de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) tras detectar una incorrección contable que afecta a la comparativa con los resultados del primer semestre de 2024, aunque no tiene impacto en el beneficio ni en el apalancamiento financiero.
A petición del supervisor, el productor de hemoderivados ha constatado una aplicación incorrecta del tratamiento contable del interés no controlante en una de sus participadas, la china Shanghai RAAS, así como en la alianza con InmunoTek para la apertura de centros de plasma.
Aviso de la auditora
Previamente, fue Deloitte, la firma encargada de su auditoría, la que detectó la "discrepancia contable no monetaria", que habría llevado a Grífols a registrar 400 millones de euros más de lo que debía por el valor de un activo que era propiedad de su participada china.
La información, adelantada por la agencia Bloomberg, ha hecho que las acciones de Grífols se dieran la vuelta y comenzaran a caer en torno al 2%, momento en el que han sido suspendidas de cotización por parte de la CNMV, que al mismo tiempo ha procedido a solicitar más información a la compañía.
En plena 'due dilligence'
En su escrito de respuesta, Grífols asegura haber respondido a todos los requerimientos del supervisor en lo tocante a este aspecto contable, aunque la cotización permanecía en suspenso a una hora del cierre de la sesión.
La incidencia tiene lugar cuando el fondo Brookfield está en pleno proceso de ‘due dilligence’ con el fin de obtener la información que precisa sobre la situación de la compañía para decidir si finalmente lanza una OPA conjunta con la familia fundadora.