El Grupo Lantus será la empresa encargada de gestionar la segunda residencia geriátrica de Nuñez y Navarro en Barcelona. Recientemente, la constructora ha iniciado las obras en los terrenos de la antigua clínica del doctor Ripoll y la previsión es que las futuras instalaciones entren en funcionamiento en un plazo máximo de tres años.

Con sede en Santa Coloma de Gramanet, los principales mercados de Lantus son Cataluña (Alella, Calella, Arenys de Mar, Tona, Vilafranca del Penedès y Lleida), Aragón (Zaragoza y Vera de Moncayo) y Castilla-La Mancha (Albacete). En todas las instalaciones, el grupo acumula una plantilla de 500 trabajadores. 

La apuesta fallida de la vivienda 

En un primer momento, el objetivo de la familia Nuñez y Navarro era demoler el centro sanitario existente para construir vivienda. El deseo no fue una realidad debido a la imposibilidad de modificar la titularidad para uso residencial. No es la primera aventura empresarial del grupo constructor en el sector de la tercera edad. En 2013, NyN cedió la gestión de una residencia, situada en la antigua Clínica Dexeus del Paseo de la Bonanova, a SAR Quavitae

Según fuentes consultadas por Crónica Global, todavía se están perfilando detalles del contrato de gestión entre las dos partes, como por ejemplo la duración del mismo. Una de las características principales del negocio de Lantus es que no asume la propiedad de ninguno de los centros gestionados. "En nuestro proyecto no tenemos el acompañamiento de ningún fondo de inversión", describen desde la empresa. 

Exterior de una residencia del Grupo Lantus en Calella Cedida

En España, más del 40% de las operaciones están vinculadas a compañías nacionales. Aunque también se debe tener en cuenta que la mayoría de estas empresas viven, en gran parte, a base de capital extranjero. Ejemplos son Adriano Care y Healthcare. Hasta el 2032, Cataluña prevé un crecimiento acumulado de hasta un 35% en esta tipología de operaciones. 

En clave más general, la constructora familiar goza de una buena salud financiera, básicamente por su política de endeudamiento mínimo. Los últimos resultados publicados, del 2022, recogen un beneficio de 49 millones de euros. Una cifra que representa un incremento de un 45% en comparación con el ejercicio anterior.

El capítulo de facturación se cerró en 156,8 millones, de los cuales 55,9 millones corresponden a la división hotelera. Actualmente, Nuñez y Navarro tiene una cartera de 1.300 habitaciones repartidas en 12 establecimientos y un aparthotel.

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