El Institut Agrícola de Cataluña ha mostrado su protesta "enérgica" en contra de la ampliación de la Zona Especial Protegida para Aves (ZEPA) del Delta del Llobregat, ubicado en El Prat. La patronal adscrita a Foment del Treball ha afeado al Ejecutivo en funciones de Pere Aragonès (ERC) que saque adelante una iniciativa trascendental para el futuro de la zona "en el peor momento posible" y sin el apoyo necesario del territorio.  

La Generalitat ha anunciado que, finalmente, se amplían las zonas protegidas para las aves de este territorio. La superficie final dedicada a la ZEPA alcanzará las 2.407,12 hectáreas, cifra que implica sumar otras 1.472,07 hectáreas a la protección actual al territorio que discurre en la desembocadura del río Besòs. 

La política está en el cajón desde hace meses. ERC se quedó sola en el Parlament en marzo de 2023 al votar la ampliación que, finalmente, se ha aprobado en pleno julio. Por ello, los agricultores ven incluso una estratagema por la fecha en la que se ha aprobado la medida en el Consell Executiu. 

El papel de un gobierno en funciones

Desde el Instiut explican en un comunicado que la decisión "no cuenta con el respaldo político necesario, porque el Parlament de Cataluña rechazó la medida en dos ocasiones". Además, argumentan que "un Govern en funciones está facultado para despachar los asuntos ordinarios", pero no para "acometer transformaciones profundas" para el desarrollo de un territorio como ocurrirá con el Delta del Llobregat. 

La zona de ZEPA ya ampliada Generalitat de Catalunya

Cabe recordar que es allí donde se ubica la industria agrícola de la comarca del Baix Llobregat, y la nueva decisión política a favor de la biodiversidad impacta de forma directa contra ciertas explotaciones. Además, añade más complejidad a uno de los grandes proyectos sobre los que se debe tomar una decisión política en Cataluña, la ampliación del aeropuerto de Barcelona-El Prat.

Alegaciones ignoradas

La patronal agrícola también denuncia la "falta de consenso" de los republicanos. Explican que participaron "de forma activa en el proceso de alegaciones" que presentaron al proyecto de Acuerdo de Gobierno de 2022. La Generalitat no se ha dignado a contestarlas, como ha ocurrido con el grueso de los actores que solicitaron debatir la iniciativa. 

Baldiri Ros, presidente del Institut Agrícola de Sant Isidre Europa Press

Por todo ello, la organización encabezada por Baldiri Ros afirma que el Govern republicano no ha buscado el consenso necesario de los actores del territorio para sacar adelante una iniciativa de este calado. "Tampoco ha habido noticia alguna desde octubre de ese mismo año", aseguran. 

Afirman que ni Aragonès ni nadie de su equipo en el Palau de la Generalitat "ha sido capaz de rebatir con argumentos científicos los informes y notas que mostraban que ampliar la ZEPA no es una solución para lo que exige la Comisión Europea [en cuanto a la protección de la biodiversidad], además de que es contraproducente", sentencian.

El Govern se rodea de afines

Desde la Generalitat aseguran que sí han mantenido "un diálogo con los sectores afectados". "Se han mantenido reuniones con los sindicatos agrarios UP y JARC, entidades del sector ambiental como Ecologistes de Catalunya, SEO/Birdlife y la Xarxa per a la Conservació de la Natura", remarcan desde ERC. Es decir, entidades todas ellas favorables a la ampliación de la ZEPA, sin que hayan abierto un diálogo real con los opositores al proyecto, aunque su implementación y fuerza en el territorio afectado sea mucho mayor. 

De hecho, en la rueda de prensa que ha seguido a la reunión del Consejo Ejecutivo la portavoz del Ejecutivo catalán, Patricia Plaja, ha sacado pecho del apoyo de las entidades ecologistas a una política que estaba en el tintero desde el inicio del ejercicio. No ha hecho referencia a las voces críticas. 

La ZEPA ampliada se incluye en los términos municipales de El Prat del Llobregat, Viladecans, Sant Boi de Llobregat, Gavà, Santa Coloma de Cervelló, l'Hospitalet de Llobregat, Sant Vicenç dels Horts, Molins de Rei, Cornellà de Llobregat, Sant Joan Despí, Sant Feliu de Llobregat, Castelldefels y Barcelona. Todos ellos, ubicados en el cinturón metropolitano, donde habita el grueso de la población de Cataluña. 

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