La propuesta del Govern para ampliar la ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves) en el delta del Llobregat ha concitado el rechazo frontal de las organizaciones empresariales. Si la semana pasada era el Instituto Agrícola Catalán de San Isidro quien mostraba su desacuerdo, este lunes AEBALL, la patronal de L'Hospitalet y el Baix Llobregat, también se ha opuesto a la medida.
"La Generalitat hipoteca el futuro del Baix Llobregat y de Cataluña [con esta medida], impidiendo que se puedan llevar a cabo infraestructuras", ha destacado la organización. La entidad asegura que el incremento del espacio protegido es "incompatible con la realización de importantes inversiones".
Efectos económicos
Entre estas, AEBALL ha enumerado la conexión del Corredor Mediterráneo con la terminal del Puerto de Barcelona, la ampliación del Aeropuerto de Barcelona - El Prat, los nuevos accesos al puerto y la Línea 3 de Rodalies en el Baix Llobregat.
A este riesgo habría que sumar, como incidió el Instituto Agrícola, el "atropello" a la propiedad privada de los empresarios agrícolas, puesto que la normativa ZEPA prohíbe el desarrollo de actividades productivas "fundamentales" como la modernización de regadíos y la construcción de invernaderos.
2.372 hectáreas protegidas
El proyecto de la Generalitat prevé pasar de las 935 actuales a 2.372 hectáreas, que se acompañará también de un plan de protección del medio natural y del paisaje. Según el Ejecutivo catalán, la propuesta da respuesta a una carta de emplazamiento que la Comisión Europea envió en 2018 al Gobierno para reforzar las medidas de protección en el delta.
Sin embargo, las autoridades europeas en ningún momento reclamaron un ensanchamiento del perímetro protegido, sino medidas eficaces para proteger el medio ambiente.