H&M no levanta cabeza. Inspección de Trabajo ha iniciado un expediente sancionador contra la cadena sueca de ropa low cost por vulnerar el derecho a huelga del personal de Atención al Cliente en Barcelona, en huelga indefinida desde el 25 de abril.
Ha dado cuenta de ello este miércoles el sindicato CGT, que acudió al organismo el pasado 2 de mayo para presentar una denuncia por indicios de sustitución interna de trabajadores, precisamente cuando la plantilla comenzaba las protestas de manera indefinida.
Sanción mínima de 7.501 euros
Tras el aviso de la organización sindical, el cuerpo de inspectores visitó el centro de trabajo y constataron que un empleado de categoría profesional superior atendió llamadas de clientes que no le correspondía atender dentro de sus funciones asignadas.
Esto incumple el artículo 6.5 del Real Decreto-ley 17/1977 de 4 de marzo sobre relaciones de trabajo. Un hecho tipificado como muy grave y merecedor de una sanción mínima de 7.501 euros. CGT avanza que la cuantía de la multa dependerá del número de llamadas atendidas.
Tres sanciones
Esta sanción se suma a otras dos sanciones graves recibidas este año por H&M por vulnerar el derecho a la información del Comité de Empresa. La empresa presentó recurso, que fue rechazado.
En paralelo, en octubre se celebrará el juicio por la demanda interpuesta de conflicto colectivo por vulneración de derechos fundamentales, tales como prohibir el uso del teléfono móvil en el centro de trabajo.
Además, la plantilla informó a CGT de supuestas presiones por parte de cargos intermedios sobre aquellos empleados que secundaron las huelgas del año pasado.
84 días de huelga
El centro de Atención al Cliente de H&M en Barcelona lleva 84 días de huelga indefinida, con piquetes informativos en el centro de trabajo, protestas en los establecimientos de Barcelona, también ante su tienda insigne en Paseo de Gracia. Esto se traduce en un mayor tiempo de espera para ser atendido y más de 300 llamadas perdidas cada día.
Así las cosas, CGT planea protestas en las oficinas centrales de Estocolmo, en Suecia, para reclamar una solución al conflicto. También pedirá una reunión con los responsables globales de Atención al Cliente.