El presidente de Cepyme, Gerardo Cuerva, ha advertido del mar de fondo que existe entre el empresariado del país ante la decisión del Ministerio de Trabajo, encabezado por Yolanda Díaz, de reducir la jornada laboral hasta las 37,5 horas en España vía decreto ley. El empresario ha asegurado que reciben peticiones para ir a un “paro patronal” o de una manifestación desde “diversos puntos” del país ante el impacto que tendrá la medida sobre las compañías medianas y pequeñas, la inmensa mayoría de las corporaciones en el país.
El patrono ha cargado contra la “alarmante intransigencia” del Gobierno y del “irreparable” daño que esta iniciativa hace a un diálogo social ya muy mermado por la forma en la que se ha practicado durante la legislatura en curso y la anterior.
Histórico de negociaciones sin acuerdos
"La subida del SMI debería haberse cerrado siempre con acuerdos con nosotros. La reducción de la jornada merecía una negociación real. La reforma del subsidio de desempleo debería haberse abordado en una mesa de negociación junto a la mejora de la empleabilidad. La modificación de la prevalencia de los convenios autonómicos por un interés de dos partidos. La reforma del propio CES sin contar con el propio CES. De verdad no debería haberse producido todo ello sin el marco del diálogo social conocido hasta ahora", ha manifestado durante un desayuno informativo organizado por Nueva Economía Fórum en Madrid.
“Nadie, en su sano juicio, elimina la opinión de los expertos cuando tiene que tomar una decisión”, ha añadido poco antes de conocer que la ministra de Trabajo ha anunciado que el próximo lunes entregará a CEOE, donde está adscrita Cepyme, una nueva propuesta para reducir la jornada laboral.
Anuncio del Ministerio de Trabajo
“Vamos a hacer nosotros lo que no hacen ellos y vamos a ver cuál es su vocación negociadora”, ha declarado Díaz en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros. Según su punto de vista, la entrega del documento es la mejor fórmula para “que vean [los representantes empresariales] que la vocación de Trabajo no es solo de dialogar, sino de alcanzar un acuerdo; y estamos convencidos de que en esta materia también se puede hacer”.
Según la también líder de Sumar, la patronal debe decidir si está “en huelga de brazos caídos” o “si tiene vocación de negociar”. Un nuevo choque verbal con los representantes empresariales.
Realidad de los convenios del país
En la entrada del desayuno informativo protagonizado por Cuerva, el líder de CEOE, Antonio Garamendi, ha mostrado su decepción con la forma en la que el Gobierno aborda un cambio de calado en el mercado laboral de España. “Hemos planteado de todo” y Trabajo no nos ha escuchado “en nada”, por lo que les acusa de ejecutar un “monólogo social”.
Cuerva, igual que hizo en su día Foment del Treball, ha recordado que los convenios vigentes en España, tanto sectoriales como empresariales, ya fijan jornadas menores a las 40 horas semanales. Ha explicado que la jornada laboral media se ha reducido de las 40,4 horas a 38,3 horas semanales en 20 años en España.
Negociación con los sindicatos
En algunas actividades, como el comercio, el 95% de los empleados trabajan 39 horas semanales. "La pregunta evidente es si los delegados sindicales que negocian esos convenios son menos competentes o menos exigentes que los del sector de la construcción, por ejemplo, donde la jornada está entre 37,5 y 38,5 horas”, ha inquirido el presidente de Cepyme.
“Es obvio que no”, ha sentenciado Cuerva; “no son menos competentes ni menos exigentes. Pero algo que ellos saben y que desde luego la ministra de Trabajo el secretario de Estado no, les ha impedido en estos años alcanzar acuerdos satisfactorios para reducir esa jornada”.
Reivindicación del diálogo social
Ha reclamado al Ejecutivo que vuelva a poner en valor el diálogo social y la negociación colectiva, y que eso pasa por escuchar tanto a los sindicatos como a los representantes de los empresarios, la patronal. Ha recordado que estos actores son los expertos en las idiosincrasias de las empresas de cada territorio y sector, y son los que pueden valorar si se puede reducir o no la jornada laboral en cada uno de los centros de trabajo.
“Saltarse el diálogo social para imponer programas ideológicos, medidas sin memoria económica ni valoración, no tiene justificación alguna”, ha sentenciado.