El líder del PP, Alberto Núñez-Feijóo, salió de la Reunión del Círculo de Economía de 2023 al grito de presidente. Un año después, la euforia del lobi catalán con el político gallego se ha reducido a grandes dosis de cariño. Las tesis económicas que defienden son las mismas, pero el PP puede tener un papel clave en la conformación de las futuras mayorías en Cataluña y las voluntades, en este punto, divergen.
La mayoría de asistentes verbalizaban que los populares se deberían abstener para facilitar la investidura de Salvador Illa (con el apoyo de algún otro grupo, como ERC), pero reconocen que se trata de un desiderátum.
El mapa económico catalán ha sufrido la década del procés y los empresarios ven cómo, por primera vez, el reparto de escaños en el Parlament posibilita dar carpetazo a este periodo e iniciar un momento de mayor estabilidad y complicidades con el business catalán.
Discurso duro en clave política
Con todo, Feijóo dejó claro que los populares no están en este escenario. El discurso público fue duro y bebió, en gran medida, de la situación de crispación permanente que se vive en las Cortes. Acusó, entre líneas, al empresariado catalán de pecar de “buenismo bienintencionado” por su adhesión a la tesis de que la vida social y política en Cataluña se ha normalizado y advirtió de que el independentismo puede volver a sumar en el futuro.
Es decir, que la “convicción de normalizar” el territorio esgrimida por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, es una arma de doble filo ya que, en el fondo, Cataluña está condenada a vivir en ciclos políticos. Y sobre las elecciones del 12M, aseguró que sólo ve “dos escenarios posibles” para activar la legislatura: “PSC con los independentistas o los independentistas con el PSC”.
Visión pesimista de la política del país
Además, recordó a los empresarios del Círculo que la “visión periférica” que tienen les impide ver el impacto final de un “desgobierno que se ejerce de forma egoísta, radical y pendenciera”, tres adjetivos que usó en el Congreso de los Diputados en la jornada anterior a su aterrizaje en Barcelona. Reconoció que él también la tenía cuando dejó el gobierno de Galicia para convertirse en el jefe de la oposición, pero que la experiencia acumulada en la legislatura en curso le hace ser “más pesimista”.
“Llevo 30 años dedicado a esto y jamás había visto una situación como la de España”, recordó. El recibimiento público del presidente del Círculo, Jaume Guardiola, fue igual de contundente. “El escenario de bloqueo político que nos lleva a una repetición electoral sería un mal pacto para Cataluña”, aseguró, además de pedir a Feijóo que haga una “buena lectura de la situación política de Cataluña”.
El empresariado catalán y Feijóo
Estas apreciaciones no sentaron bien en la sala, que recurrían a las palabras de Guardiola para recordar cuál es su posición en el momento político del país. “Usar Cataluña o España de arma arrojadiza sólo nos lleva al abismo, tenemos la responsabilidad de volver a restaurar la confianza perdida”, aseguró el presidente del lobi empresarial en uno de los discursos más contundentes y claros de su mandato.
Pero que nadie se equivoque, esta crudeza en decirse a la cara que sus posicionamientos políticos no coinciden no implica un distanciamiento entre el empresariado catalán y Feijóo. Se le reconoce su inteligencia y agrada, y así quedó claro en el Palacio de Congresos de Cataluña, donde el político gallego se dejó querer, aunque tuviera que abandonarlo pronto para dar el disparo de salida a la campaña electoral europea desde Barcelona, junto a la candidata Dolors Montserrat.
Comitiva ‘popular’
Feijóo vino acompañado de Alejandro Fernández, un líder que se ha consolidado al conseguir un resultado electoral más bueno de lo que esperaban los miembros del propio PP -“hicimos una porra, que tengo guardada, y en ninguna aparecía ni el 15 ni el 14 diputado, y en muy pocas el 13”, reveló Feijóo en su intervención-; los alcaldes de Castelldefels y Badalona, Manu Reyes y Xavier García Albiol; el líder popular en el Ayuntamiento de Barcelona, Daniel Sirera, y su concejal Ángeles Esteller, una de las habituales en el Círculo.