Misión casi cumplida. El Estado está a un paso de alcanzar el 10% del capital de Telefónica, tras una meteórica operación desarrollada en apenas dos meses, en los que invertirá cerca de 2.300 millones de euros para regresar a la operadora más de un cuarto de siglo después de completar la última fase de la privatización.
En las últimas horas, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), encargada de ejecutar el mandato del Consejo de Ministros dictado el pasado diciembre, ha superado el umbral del 9% de la compañía que preside José María Álvarez-Pallete, y también la barrera de los 2.000 millones de inversión en la misión que tiene por objetivo asegurar la estabilidad accionarial de una empresa considerada como altamente estratégica.
Respuesta a Arabia Saudí
Una maniobra que el Ejecutivo justifica a raíz de la llegada de la 'teleco' pública saudí STC como socio, anunciada por sorpresa a comienzos del pasado septiembre, cuando la empresa de Oriente Medio comunicó que tenía bajo control el 9,9% de Telefónica.
Con todo, a la SEPI, organismo dependiente del Ministerio de Hacienda, le resta hacerse con poco menos de un 1% adicional para llegar a la meta. Un paquete de algo más de 54 millones de títulos de la operadora que estarán bajo el control de las arcas públicas en los próximos días.
Por encima de La Caixa
Los últimos movimientos han sido comunicados a la Comisión de Valores de EEUU (SEC, por sus siglas en inglés) y consolidan al Estado como primer socio de Telefónica, por encima del entorno de La Caixa (7,5% entre Criteria y Caixabank), BBVA (cerca del 6%); Blackrock, por encima del 5%; y la mencionada STC, que provisionalmente acumula un 4,9% a las espera de la autorización del Gobierno para ejecutar un 5% adicional que, por ahora, mantiene a través de derivados.
Desde comienzos de este mes, la SEPI cuenta con representación en el consejo de administración de la compañía, un derecho adquirido al situar su participación en el entorno del 7,5%.
A tal efecto, y como había declarado desde el primer momento Moncloa en el conjunto de sus intenciones en Telefónica, el Gobierno solicitó de inmediato un asiento en el órgano de gobierno de la empresa, para el que designó a Carlos Ocaña Orbis.
El nuevo vocal ocupó anteriormente diversos cargos en la Administración bajo gobiernos socialistas, como los de director general del Ministerio de Industria, entre 2008 y 2011, y de jefe de gabinete adjunto de la Oficina Económica de Presidencia, entre 2004 y 2008.
[El Gobierno elige a Carlos Ocaña como su representante en Telefónica e irrita a la oposición]
Desde que la SEPI confirmó por primera vez que analizaba la opción de entrar en Telefónica por encargo del Gobierno, a finales del pasado octubre, las acciones de la compañía han escalado en torno a un 10,5%.
Un avance que se queda corto en relación con el experimentado en este mismo periodo por el Ibex 35, con una proporción que más que duplica la registrada por la operadora, y que se aproxima al 22,5%. En las últimas siete semanas, en las que la SEPI ha concentrado el grueso de sus compras, Telefónica apenas se ha revalorizado algo más de un 3%.