Holaluz continúa viviendo momentos especialmente delicados desde el punto de vista financiero y societario, lo que ha obligado a la compañía a volver a aplazar la presentación de sus resultados de 2023 a los analistas, que estaba prevista para este viernes, al próximo 9 de mayo, cuando la comercializadora espera ya contar con el preceptivo informe de auditoría sobre los estados contables.
Se trata de la segunda vez que la comercializadora de energía fija una nueva fecha para este evento, originalmente programado para el pasado martes, junto con la publicación de las cuentas de 2023 y un avance de 2024.
Primer retraso
En aquella ocasión, el evento con analistas se aplazó a este viernes mientras que Holaluz, que había previsto dar a conocer los resultados antes de la apertura del mercado, se comprometió a hacerlo a lo largo de aquella jornada. Fue ya pasada la medianoche cuando finalmente lo hizo, con la renuncia de los representantes de los fondos a firmar las cuentas y sin el informe de auditoría al no estar aún disponible.
Los consejeros dominicales que actúan en nombre de Axon y Geroa Pensionak también rechazaron firmar el informe de gestión, que incluía la decisión del consejo de aprobar la activación de la alternativa del pre-concurso de acreedores, en el caso de que las operaciones que Holaluz negocia a marchas forzadas en estos días para obtener liquidez y poder afrontar los compromisos a corto plazo no puedan finalmente ejecutarse.
Suspendida de cotización
Ante este escenario, el BME Growth, el mercado de empresas en crecimiento en el que cotiza la compañía decidió el pasado miércoles suspender la cotización de Holaluz, de modo que los últimos acontecimientos aún no han tenido impacto en el precio de las acciones.
La empresa, que perdió cerca de 5,5 millones de euros en 2023 (frente a los beneficios superiores a los 8 millones del año anterior) debido el efecto de las fuertes caídas de los precios de la electricidad, acumula un fondo de maniobra negativo próximo a los 23 millones de euros, con cifras igualmente negativas de flujo de caja, lo que le ha llevado a negociar de urgencia nuevos préstamos y líneas de crédito, de las que está aún pendiente.
Préstamo con el ICF
En concreto, la empresa dio cuenta de la petición de un préstamo de 10 millones al Instituto Catalán de Finanzas (ICF), dependiente de la Generalitat, además líneas de crédito adicionales y una futura ampliación de capital, por la que negocia con varios 'family office' del territorio.
El montante que espera obtener con estas maniobras se sitúa en torno a 20 millones, con el fin de paliar las tensiones de tesorería que han generado los vaivenes en el mercado energético, que han puesto contra las cuerdas a numerosas comercializadoras de pequeño tamaño.
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