Una mesa en el nuevo restaurante Casa Leopoldo de Barcelona

Una mesa en el nuevo restaurante Casa Leopoldo de Barcelona CG

Business

Los impulsores del nuevo Casa Leopoldo buscan operar 15 locales en Barcelona

Banco de Boquerones, que ha revivido el restaurante favorito de Mendoza, Montalbán, Dalí o Hemingway, dobla su portafolio y supera los 10 millones de facturación

18 abril, 2024 00:00

Los nuevos dueños de Casa Leopoldo aspiran a llegar a los 15 locales en Barcelona. El grupo de restauración Banco de Boquerones, que ha devuelto a la vida el bufet favorito de Manuel Vázquez Montalbán -entre otros escritores y famosos- espera superar los 600.000 euros de facturación con el local y más de 10 millones con todo el portafolio. 

Lo explican fuentes cercanas a la compañía, que ayer presentó en sociedad el cenador que recupera el antiguo Casa Leopoldo en el corazón del barrio del Raval de la capital catalana. Con esta apertura, Banco de Boquerones, empresa familiar de Bruno Balbás y Sofía Matarazzo, suma su noveno establecimiento en la Ciudad Condal. 

"Entre 12 y 15, perfecto"

En puridad, la firma "ha doblado" su portafolio en apenas dos años. La pospandemia, pues, ha sido etapa de crecimiento para la empresa. 

Una mesa en el nuevo restaurante Casa Leopoldo de Barcelona

Una mesa en el nuevo restaurante Casa Leopoldo de Barcelona

Con esta base, la marca espera ahora escalar el negocio aún más, pero con cuidado. "No queremos crecimientos exponenciales, sino cultivar un portafolio de locales que expliquen historias. Storytelling en casa restaurante. Se trata de recuperar locales emblemáticos que aporten a la ciudad", detallan. 

El Leopoldo, buque insignia

Es lo que el grupo trató de hacer con Casa Ràfols, que subió de nuevo la persiana en una antigua ferreteria con bufet secreto en el primer tercio del siglo XX en la Ronda Sant Pere, junto al Arco del Triunfo, en 2018. 

Ahora, la enseña ha subido la apuesta más si cabe: ha arrendado el antiguo Casa Leopoldo, el restaurante centenario que enamoró a Montalbán y a otros barceloneses ilustres como el artista Joan Manuel Serrat oel escritor Eduardo Mendoza, y lo ha reabierto. En pocos días en operación, ya es el buque insignia de la cadena. 

"Cocina honesta a precio razonable"

El nuevo Leopoldo, como el resto de negocios de Banco de Boquerones, apostará por la cocina "honesta", informan desde el grupo. Se podrá degustar el ya célebre plato de rabo de toro entre cuadros de toreros y guitarras flamencas, pero además a "precio razonable". 

Imagen de la Casa Ràfols, que Banco de Boquerones reabrió en 2018

Imagen de la Casa Ràfols, que Banco de Boquerones reabrió en 2018 Cedida

La marca opera precios medios de 45 a 50 euros por persona, una franja que algunos operadores de Barcelona echan de menos, pues se trata de la clase media de la restauración, en un punto medio entre la oferta para turistas y la reseñada en la Guía Michelin, ambas muy bien representadas en la ciudad. 

"Empresa familiar"

Todo ello lo hará la firma con recursos propios y la financiación propia de una mediana empresa. Por el momento, no se plantea dar entrada a ningún otro socio, pues "el espíritu de la compañía es familiar, todos hacemos un poco de todo". 

Y no a cualquier precio. "En dos años hemos doblado los activos, pero no se trata de crecer indefinidamente, sino cuidando mucho la oferta y siendo fieles al espíritu de Banco: encontrar locales que expliquen historias y ponerlos en valor", insisten. 

"Buena noticia"

Preguntado por la cuestión, el que fuera fundador de Emblemàtics Barcelona, Alberto Mejías, ha destacado la "buena noticia" que significa el reestreno del local. El activista, que impulsó la red comercial con encanto, ha puesto deberes a las administraciones, recordando que "hay que cuidar la figura del aprendiz", entre otras iniciativas de protección del patrimonio botiguer

El escritor Manuel Vázquez Montalbán, en el antiguo Casa Leopoldo

El escritor Manuel Vázquez Montalbán, en el antiguo Casa Leopoldo Cedida

Cabe recordar que Casa Leopoldo abrió en 1929 en lo que entonces era el Barrio Chino de Barcelona. Lo rigió Rosa Gil, nieta del fundador, hasta 2015. El año pandémico, los chefs Óscar Manresa y Romain Fornell lo reabrieron, pero el proyecto no cuajó. 

Tras una breve etapa como restaurante chino, el Leopoldo vuelve a brillar. Y a impulsar al grupo que le ha dado otra oportunidad. Es la quinta vez que reabre en su casi centenaria historia.