Después de numerosos rumores y cábalas, ha llegado la hora de salir del capital de Naturgy para los fondos GIP y CVC, acompañantes fijos de Criteria Caixa en la energética durante los últimos años y en los que llevaba tiempo sonando la alarma para abandonar una inversión que no pasará por ser una más en su historia. Como muestra, sólo por los dividendos de la compañía, ambas entidades habrán ingresado en el momento de vender sus acciones en torno a 4.200 millones de euros.
La cantidad supone globalmente un 56% de la inversión total que GIP y CVC destinaron a hacerse con sus respectivas participaciones de algo más del 20% en Naturgy, y por las que abonaron prácticamente lo mismo: alrededor de 3.800 millones cada uno.
Tiempo cumplido
Todo ello, en un plazo que, en el caso de CVC se extenderá algo más de siete años, en función de lo que se dilate el proceso de venta, mientras que para GIP superará ampliamente los ocho ejercicios.
Un tiempo que, incluso, se antoja demasiado elevado para este tipo de inversores, aunque el volumen de la participación no hace precisamente sencillo deshacerse de ella. En la tarea se está empleando a fondo el hólding de participadas de La Caixa, consciente de los problemas de liquidez que arrastra el valor en bolsa por su muy exiguo capital flotante, además de que la apuesta de ambos socios se encuentra desde hace tiempo en periodo de descuento.
En las últimas horas ha trascendido tanto las negociaciones de Criteria en busca de un potencial comprador como la confirmación de que es la emiratí Taqa la que conversa a tres bandas con los protagonistas para evaluar la adquisición de las participaciones de los fondos, que le obligará a lanzar una opa por la totalidad de la empresa que preside Francisco Reynés.
Al margen de las cifras globales, la diferencia temporal en las inversiones también hace que el rendimiento sea más elevado en el caso de GIP, al menos en términos absolutos. Aterrizado en el capital de Naturgy tras el verano de 2016, el fondo especializado en infraestructuras lleva acumulados algo más de 1.950 millones en concepto de retribución al accionista.
Nuevo plan, espaldarazo al dividendo
Dado que aún percibirá gran parte o la totalidad de los dividendos a cuenta del actual 2024 antes de su salida, la cantidad total representará en torno al 60% de lo que puso sobre la mesa para entrar en la energética.
Aunque llegó algo más tarde, CVC lo hizo justo a tiempo para comenzar a sacar partido del plan estratégico que diseñó una, por entonces, nueva cúpula directiva liderada ya por Reynés. Esa hoja de ruta a cinco años consolidaba el giro de la empresa hacia las energías renovables, aunque manteniendo la apuesta por el gas natural, y daba un importante espaldarazo a los dividendos.
Hasta tal punto que el 'pay-out' (porcentaje del resultado destinado a retribuir a los socios) superaba el 100% y la empresa hubo de endeudarse para poder cumplir con su compromiso.
De ahí que, a poco que se demore el complejo proceso para la venta de estas participaciones, CVC no estará lejos de dejar Naturgy tras haber ingresado en torno a 2.000 millones de euros en dividendos, es decir, cerca de un 53% de lo que invirtió en hacerse con el 20% del capital.
Plusvalía pendiente
Pero aún habrá más, dado que a estas cantidades hay que sumar lo que obtendrán a modo de plusvalía, en función del precio que eventualmente puedan acordar con el comprador.
El cierre anterior a que Criteria confirmara las conversaciones para dar entrada a un nuevo socio en Naturgy situaba el precio de las acciones en 20,8 euros, es decir, ya un 9,5% por encima del abonado en su día por los fondos.
A la finalización de la jornada de este miércoles, tras un avance superior al 6%, Naturgy marca una cotización de 22,84 euros, que supera en más de un 20% el precio de compra de GIP y CVC.
Dado que las conversaciones aún presentan un grado de avance moderado, el mercado todavía no tiene una referencia demasiado clara sobre la cantidad en la que podría rondar la opa; un panorama que quedará mucho más despejado conforme avancen los días y la cotización se estabilice.
Más de un 80% de rentabilidad
En cualquier caso, no es descartable que los fondos pudieran arrancar del comprador entre cuatro y cinco euros por acción por encima de los 19 que pagaron en su momento, lo que les permitiría anotarse entre 800 y 1.000 millones cada uno, de forma adicional a lo percibido por los dividendos.
De esta forma, la salida de Naturgy reportaría a las entidades inversoras una rentabilidad por encima del 80%. Una tasa interna de retorno (TIR) complicada de obtener en una operación tan voluminosa.
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