Puig ha confirmado a primera hora de este lunes que protagonizará una de las salidas a bolsa más voluminosa del año, con una doble operación con la que pretende obtener más de 2.500 millones de euros, con el fin de refinanciar la deuda asociada a sus últimas adquisiciones y asegurar el futuro crecimiento del grupo.
El salto al parquet se realizará a través de una oferta pública de suscripción (OPS) de nuevas acciones clase B (que otorgan un derecho de voto por cada título), dirigida en exclusiva a inversores institucionales, con la que el grupo pretende obtener 1.250 millones de euros.
Participación mayoritaria
Además, la familia fundadora realizará en paralelo una oferta pública de venta (OPV) de acciones existentes y que están bajo su propiedad para completar la operación.
Con esta segunda maniobra, Puig pretede ingresar una cifra superior a la que se ha fijado como objetivo con la OPS, siempre con la condición de que los fundadores mantendrán una participación mayoritaria en la compañía y "la gran mayoría" de los derechos de voto de la sociedad, dado que conservarán la totalidad de los títulos clase A.
Dos tipos de acciones
A diferencia de las formarán parte de la oferta, estas acciones confieren al tenedor cinco derechos de voto por cada una de ellas, lo que asegurará a los Puig el control de la compañía y las decisiones a tomar en las juntas de accionistas.
En lo que se refiere a los derechos económicos, que incluye la potencial distribución de dividendos, la estructura de propiedad de la empresa no contempla diferencias.
"Puig ha registrado de forma constante un crecimiento sólido y rentable", ha declarado Marc Puig, presidente ejecutivo de Puig, que califica el anuncio como "un paso decisivo en los 110 años de historia" de la marca.
Sobre la intención de que los Puig conserven la mayoría de acciones, ha asegurado que creen en que "el equilibrio de ser una compañía familiar que al mismo tiempo está sujeta a la responsabilidad del mercado" les "permitirá competir mejor en el mercado internacional de la belleza durante la próxima fase de desarrollo".
Ocho bancos de inversión
Para llevar a cabo la salida a bolsa, Puig ha contado con la particiapación de hasta ocho entidades financieras. Serán los estadounidenses Goldman Sachs y JP Morgan los encargados de actuar como coordinadores de la operación.
En el caso del primero, contará además con la opción de sucribir hasta un 15% de la oferta de acciones de sobre-adjudicación que pondrá a la venta el accioinista mayoritario, Puig S.L.
La banca española, a escena
Además, cuatro entidades acturarán de forma conjunta como colocadores de la oferta entre inversores cualificados. En este segmento sí entra la banca española, con Santander y Caixabank, a los que se unen Bank of America y BNP Paribas.
Por su parte, BBVA y Banco Sabadell se repartirán las labores de administración y gestión de la oferta, cuyos detalles están pendientes de que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) dé el visto bueno al folleto que el grupo ya ha procedido a registrar en el supervisor.