La inmigración en los países avanzados se ha disparado en los últimos años y está condicionando de forma significativa el debate político, económico y social. El fenómeno es visto como una solución natural al déficit de natalidad y como un reto para las políticas de integración, pero también como un desafío para los ayuntamientos catalanes, que deben gestionar su impacto con los pocos recursos que tienen a su alcance.
Así lo han explicado los alcaldes de Manresa, Marc Aloy; de Guissona, Jaume Ars; de Badalona, Xavier García Albiol; y de Badia del Vallès, Eva Menor, en un debate en el Cercle d'Economia este miércoles. Cuatro ediles que, con sus diferencias y de distintos partidos, coinciden en la necesidad de que los consistorios tengan más competencias para liderar este fenómeno que "crea riqueza", pero que también ha generado polémica en las últimas semanas tras conocer que algunas ciudades ponen impedimentos a inmigrantes a la hora de empadronarse.
La polémica del empadronamiento
Entre ellas, Ripoll, gobernada por la ultra Sílvia Orriols, pero también Badalona y Manresa, cuyos alcaldes se han puesto de acuerdo, pese a formar parte de PP y ERC, para escudarse en que "solo cumplen la ley" y que "el padrón es un reflejo de lo que pasa".
"Para las personas que no tienen un contrato de alquiler, el procedimiento es el siguiente: se les acepta el empadronamiento, pero este no se les acaba de confirmar hasta que agentes de la Guardia Urbana visitan el inmueble para dar fe de que están empadronados", ha explicado Albiol. A lo que el republicano Aloy ha añadido otro problema: "A veces no los encuentras".
Distribución equitativa
Por otro lado, los alcaldes han reclamado una distribución equitativa y una adaptación del movimiento migratorio a cada localidad, en función de sus necesidades. En el caso del popular, ha asegurado que su intención no es relacionar inmigración con delincuencia como se le ha reprochado en reiteradas ocasiones, sino hacer entender que todas las personas, sean de donde sean, "tienen derechos y obligaciones".
Algo en lo que han coincidido todos los alcaldes, incluidos los del PSC y ERC, si bien han implorado no hacer un discurso "de hipocresía" como el que sí ha venido haciendo Junts tras reclamar la expulsión de los multirreincidentes. "No puedo estar de acuerdo en la fotografía que hace Albiol del problema, que es muy importante como sociedad y que debe resolverse desde un pacto político", ha espetado Menor.
El catalán como elemento de "cohesión social"
Para los alcaldes también el catalán debe ser "un elemento de cohesión social", especialmente en la escuela, donde consideran imprescindible trabajar por la integración.
Hasta el propio Albiol ha dado apoyo a la iniciativa del sindicato Élite Taxi para obligar a los taxistas a tener un B2 de catalán para poder ejercer: "No puedes subir a un taxi y que no te entiendan. Es un elemento de integración", ha expresado el popular, ante la sorpresa de algunos de los invitados.
"Coordinación" entre administraciones
Las intervenciones de Albiol han provocado la reacción del delegado del Gobierno en Cataluña, Carlos Prieto, quien ha recordado que "la mejor atención a las personas migrantes se da cuando existe una colaboración entre el Estado, comunidades autónomas, ayuntamientos y entidades sociales".
En este sentido, ha asegurado que con muchas de ellas trabajan "codo con codo", pero el alcalde de Badalona no se ha puesto en contacto "para colaborar en este ámbito". Asimismo, considera que sus declaraciones que "fomentan la confrontación no son propias de quien debe gestionar una ciudad como Badalona".