Enrique Tomás pierde su 'flagship store' en Barcelona

Punto final. Enrique Tomás ha cerrado la flagship store de Barcelona que le costó un millón de euros. La firma jamonera de Badalona (Barcelona) ha liquidado la tienda insignia que abrió en la calle Pelai de la capital catalana en 2012, y que estrenó en olor de multitudes, con una fiesta de tres días. 

Lo detallan fuentes del sector comercial, que alertan de que Enrique Tomás se retira de una de las calles más cotizadas de la Ciudad Condal por su ubicación: transita de plaza Catalunya a plaza Universitat. La multinacional abrió en la acera mar --la más deseada a juzgar por los precios de las rentas-- hace 14 años, pero ahora dice adiós. 

Una tienda de ropa

En su lugar, el punto de venta de 600 metros cuadrados y dos alturas lo ocupará un comercio textil que irrumpió ayer en el local. Está en obras. 

Eso sí, la marca de Badalona mantendrá fuerte presencia en Barcelona, aunque no su única tienda-estrella. Cuenta con el Experience, situado en la confluencia de las calles Mallorca con avenida Diagonal, y en localizaciones estratégicas como la calle Ferran, Camp Nou, Sagrada Família, los centros comerciales Glòries y Arenas, entre otras, hasta 14 ubicaciones. 

Icónica: un millón y 15 empleos

Ninguna de estas tiendas será tan emblemática como la flagship de Pelai. Es así porque el negocio abrió en 2012 tras una inversión de un millón de euros. Cuando subió el telón, el directivo catalán anunció que daría empleo a 15 personas. 

Asimismo, la boutique del jamón recibió el bautismo de famosos y celebrities, que acudieron a la inauguración el tercer día de fiesta consecutiva. Las dos jornadas anteriores se reservaron a la prensa y a los trabajadores del grupo, invitados para tamaña ocasión. 

Viento en popa tras el Covid

Fuentes del sector comercial han mostrado "sorpresa" ante el cierre inesperado de la tienda matriz, que en "pocos días" ha dejado paso a otra cadena textil sin solución de continuidad. 

De ningún modo ello afectará al global del grupo. Enrique Tomás se acercó a los 84 millones de facturación en 2022, con un ebitda o beneficio bruto de siete millones de euros y un excedente neto esperado de ocho. Se trata de cifras superiores a las que se anotó antes de la pandemia del coronavirus. La marca internacional de Badalona, pues, está asentada de forma firme en la senda del crecimiento.