El Gran Teatro del Liceu de Barcelona cuenta desde este miércoles con Helena Guardans como presidenta del consejo de mecenazgo de la fundación que rige la institución cultural. Ha sido escogida por unanimidad y su elección supone un refuerzo en toda regla de un organismo clave para la supervivencia económica del principal centro de la ópera de Cataluña.
La empresaria (Barcelona, 1960), nieta del político Francesc Cambó, cuenta con influencia y conexiones tanto dentro como fuera de Cataluña que de bien seguro sacará partido el teatro. Fue una pionera en detectar el interés de los privados en externalizar la atención al consumidor y fundó en 1994 la firma Singular. Esta sociedad está integrada ahora, tras varias operaciones, en el gigante internacional Concentrix y ella ejerce de presidenta de la firma en España, un trabajo que compagina con una agenda privada muy marcada por su papel en la denominada sociedad civil.
Guardans forma parte del patronato del Liceu y está en el consejo de administración de Fira de Barcelona, en el de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y en el patronato del grupo Sifu, la sociedad fundada pro Cristian Rovira que trabaja desde hace más de 15 años en la inserción laboral de personas con discapacidad, entre otras entidades.
Alemany y Oviedo
Ha sido el presidente del Liceu, Salvador Alemany, el que ha propuesto a Guardans asumir más responsabilidad en el teatro junto al director general de la institución, Valentí Oviedo. Ha sido apoyada de forma unánime por todos los patronos y ya ha avanzado que pretende aportar su “experiencia en la institución y su compromiso con Barcelona”.
No se limitará a sustituir a Luis Herrero, su predecesor en el cargo. La empresaria ha advertido que creará un equipo de trabajo propio a medio plazo para “mantener una relación más estrecha con el consejo y con sus miembros”, tal y como indica el Liceu en una nota a los medios. Fuentes no oficiales del teatro señalan que trabajará codo con codo con la directora de relaciones institucionales, mecenazgo y eventos del teatro, Helena Roca (hija de Miquel Roca).
Quién está en el consejo de mecenazgo del Liceu
De hecho, se aplaude que Guardans se ponga al frente de esta responsabilidad para conseguir maximizar los éxitos que ya cosecha. Así se incluye en el plan estratégico que estará vigente en el Liceu hasta 2026 y los mismos interlocutores del teatro señalan que sólo un perfil fuerte con reconocimiento y buenas conexiones tanto entre el empresariado catalán, más allá de los herederos de los grandes burgueses de Barcelona, como con grandes patronos del resto de España y fuera de nuestras fronteras es capaz de conseguir, e incluso superar, el reto de ganar mecenas.
Elisa Durán Montolío se mantiene como vicepresidenta del consejo de mecenazgo en representación de la Fundación Bancaria La Caixa, el principal aportador al teatro. La nueva vicepresidencia que se ha creado la ocupará Eduardo Navarro en representación de Telefónica, otra empresa con un compromiso especial en financiar el teatro. Completan el órgano directivo Chema Casas y Cucha Cabané, esposa de Marian Puig, que es también la presidenta de la Junta de Benefactores.
Temporada con beneficios
El patronato de la fundación del Liceu también ha aprobado el cierre de un ejercicio con beneficios. La temporada 2022-2023 ha concluido con unas ganancias de 2,8 millones gracias a unos ingresos ordinarios de 52,4 millones frente a unos gastos de 49,6 millones.
Han pasado por el teatro 273.000 espectadores, el 3% más que el ejercicio pasado, y la ocupación ha rozado el 82% de media, dos puntos más que la temporada anterior, con 30 funciones con sold out.
Sumar más mecenas
El principal hito ha sido que el mecenazgo negociado creció hasta los 7,9 millones, una cifra que ya supera el 15% del presupuesto. Debe crecer más, ya que la supervivencia del Liceu se sustenta en las aportaciones de las Administraciones públicas -Ministerio de Cultura, Consejería de Cultura de la Generalitat y las municipalistas- que ya han comprometido 28 millones para la temporada actual.
Pero la dirección del Liceu lo tiene claro. Si el teatro quiere competir fuerte a nivel internacional necesita un budget superior, señalan los mismos interlocutores. Y esto implica conseguir más mecenas, el gran reto que a partir de ahora asume Guardans.