Grífols ha celebrado hoy una reunión interna con la plantilla, cónclave en el que ha pedido discreción para limitar los daños que le ha hecho un demoledor informe de la firma bajista Gotham City Research. La multinacional de fabricación de hemoderivados ha defendido su inocencia y, lo que es más, ha exigido al personal que no hable con los profesionales de los medios de comunicación. 

Lo han explicado fuentes conocedoras del encuentro, que han detallado que ha tenido lugar hoy de forma telemática en Grífols. Como ha hecho en las últimas horas, la dirección de la farmacéutica ha aducido que las operaciones cruzadas entre las sociedades y Scranton, vehículo inversor de la familia homónima, se han ceñido a la legalidad. 

Tercer comunicado a la plantilla

En puridad, es lo que ya había hecho la cúpula del grupo horas antes, cuando ha enviado a los trabajadores el comunicado que remitió ayer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). En la nota, se detallan las operaciones intragrupo y se argumenta por qué quedaron dentro del perímetro de la ley. 

Sede de Grífols en Parets del Vallès (Barcelona) EFE

La comunicación interna sigue a dos notas remitidas ayer también a los empleados. En sendos escritos, uno de ellos firmado por Thomas Glanzmann, el consejero delegado, se rechazaron de plano las acusaciones de Gotham City y se avisó a los asalariados de que se protegería la reputación del holding.

Dicho y hecho, Grífols ha anunciado hoy que llevará a los tribunales a la empresa de análisis. 

Malestar por los recortes

En paralelo, la multinacional lidia con una crisis interna. Porque la plantillla critica que tenga que cargar con los ajustes y las medidas para estimular la productividad pese a que la abultada deuda de la sociedad fue producto de decisiones de las distintas gerencias. 

Entre otros, el personal ha criticado el llamado plan de movilidad funcional, por la que se recoloca a los trabajadores con escaso aviso; la denegación o dificultades a las peticiones de reducción de jornada; las evaluaciones periódicas del trabajo de los empleados o las sanciones por errores y no por negligencia, entre otras. 

Son, de hecho, quejas que ya se plantearon en 2022, cuando empezaron los recortes al entrar la compañía en dificultades financieras. 

Análisis y caída en las bolsas

Estas cuitas internas se están dando en la firma después de que Gotham City Research emitiera un duro informe en el que acusaba a Grífols de hacer operaciones que ocultaban su verdadera deuda y cifras. Con este argumento, el despacho neoyorquino alegó que las acciones de la farma valían poco más que "cero". A lo que siguió una abrupta caída en las bolsas de Madrid y Nueva York. 

Un laboratorio de hemoderivados en Grífols Cedida

El laboratorio catalán lo ha desmentido categóricamente, recordando que sus actividades están supervisadas por el regulador. Y alertando de que la firma bajista buscaba un beneficio como mercantil. 

Intra muros, no obstante, algunos trabajadores en la compañía aseguran que fue una "acción concertada" entre las dos partes. Y, para sostenerlo, recuerdan que Grífols ha recomprado acciones a los minoristas. 

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