El Govern abrirá una embajada en Tokio (Japón) apelando a un vuelo directo desde Barcelona que lleva 15 años parado. El Ejecutivo de Pere Aragonès (ERC) ha anunciado hoy que inaugurará una oficina comercial en la capital nipona y que "estudiará" un enlace transcontinental entre la Ciudad Condal y la megaurbe asiática. Se trata de un vuelo sin escalas que lleva, como mínimo, 15 años en "estudio".
En una nota, la Consejería de Acción Exterior y Unión Europea, que pilota Meritxell Serret, ha anunciado que Cataluña "abrirá una delegación" en Japón para 2024. Asimismo, el Departamento "estudia habilitar un vuelo directo de Barcelona y Tokio" en el contexto de la nueva estrategia comercial.
Anunciada en 2008
La nueva legación autonómica en Tokio soslaya que el vuelo directo desde Barcelona no ha sido una prioridad para ninguna aerolínea. De hecho, Japan Airlines (JAL) aseguró que lo "estudiaría" en 2008.
Fue en ocasión de la adquisición de diversos Boeing 787, y la operadora lo anunció ante el expresident de la Generalitat José Montilla.
Spanair lo intentó en 2011
A los tres años, quien trató de abrir esa ruta fue Ferran Soriano, presidente de Spanair, en la que habían entrado las administraciones catalanas.
El ahora alto directivo del Manchester City tampoco tuvo éxito y Spanair terminó liquidada y repartiendo deudas entre distintas instituciones.
El Govern insistió en 2017, 2018 y 2019
En 2016, fue IAG la que sugirió que Level, nueva marca de Iberia, volaría a Tokio al año siguiente. No ocurrió. En 2017, el Comité de Desarrollo de Rutas Aéreas (CDRA) deslizó que JAL estudiaba de nuevo lanzar la conexión. No hubo resultado. Al año siguiente, fue Ricard Font, entonces en Territori y ahora en FGC, quien avanzó "buenas noticias" en 2018. No las hubo.
En 2019, fueron los exconsejeros Damià Calvet y Àngels Chacón quienes transmitieron al Gobierno japonés y a la aerolínea All Nippon Airways (ANA) la importancia del vuelo directo desde Barcelona. Les escucharon, pero nadie abrió ese enlace, y menos con la pandemia del coronavirus, que vino después.
Tráfico indirecto
Eso sí, a los partidarios del vuelo maldito desde Barcelona les asiste un poderoso argumento: Barcelona tiene millones de pasajeros que cubren el enlace por medio de otras escalas. Se denomina el tráfico inservido, y en el caso de la megaurbe asiática ronda los 200.000 pasajeros al año.
Sea como fuere, hay otros destinos asiáticos que sí tenía la Ciudad Condal antes de la pandemia y que no se han recuperado. Hay dos claros: Hong Kong, que operaba Cathay Pacific, y el Barcelona-Shanghái de Air China. Eso sí, la capital catalana ha estrenado ruta aérea directa con Shenzhen, una de las ciudades del llamado tier 1 chino, y que antes del virus no tenía.