La Semana de la Nueva Economía de Barcelona (BNEW) exploró ayer los problemas que tiene la capital catalana para formar suficientes profesionales para satisfacer las necesidades de la industria digital, que accede más fácilmente a la inversión que al talento. Este jueves, en su jornada final, el congreso ha analizado por qué la ciudad tampoco ha sido capaz de captar trabajadores cualificados extranjeros.
En el debate destinado a reflexionar cómo puede Barcelona convertirse en la capital mediterránea del talento, los ponentes han concluido que algunos de los principales obstáculos son la falta de vivienda, la burocracia de extranjería o la seguridad. Pau Solanilla, comisionado de Relaciones Internacionales del ayuntamiento, ha asegurado que, para ser atractiva internacionalmente, una urbe debe ser "habitable, cómoda y segura", y que en el caso barcelonés todavía hay "áreas de mejora".
Dubái lleva ventaja
En particular, Solanilla ha incidido en el problema de la vivienda, la burocracia de extranjería y la escasa movilidad de personas entre Europa y el exterior. Aunque ha aplaudido los ejemplos en que se ha facilitado la llegada de extranjeros, como la Copa América, el comisionado ha lamentado que muchos profesionales árabes se trasladan a Dubái, a una hora de avión, cuando preferirían Barcelona.
Y es que Europa no solo necesita altos directivos, sino también migrantes económicos que no tienen fácil su llegada, según Solanilla. También ha criticado la "polarización" de los últimos años que "ha hecho daño" a la ciudad y ha apostado por volver a los grandes consensos de las instituciones con la sociedad civil y el sector privado.
Movilidad del talento
Núria Soler, experta en movilidad global de Alter Ego Relocation, ha destacado el reto pendiente de la seguridad, ya que antes la ciudad "era segura" y "ya no lo es tanto". Ha reconocido la dificultad de solucionar este problema y ha apostado por abordarlo a escala metropolitana.
Mercè Conesa, consejera delegada de Barcelona Global, ha coincidido en resaltar los desafíos de la burocracia y la vivienda. Jordi Díaz, director general de Eada Business School, ha hecho hincapié en el atractivo que tiene Barcelona con su clima, que podría perder por el calentamiento global.
Nina Heindrichs, directora de BBI Communication en el Sur de Europa y Norte de África, ha señalado la dificultad que supone para las empresas la tramitación por parte de Extranjería del NIE de sus trabajadores. También ha hablado de su propia experiencia instalándose en Barcelona y ha llamado al talento local a "salir y explorar" en otros países europeos. "No hay que tener miedo a perder talento local, volverá porque Barcelona tiene muchos elementos que seducen", ha indicado.