Los primeros implantes dentales y prótesis personalizadas elaborados mediante la impresión 3D empezaron en la década de los años 90. Desde entonces hasta ahora, el sector ha evolucionado mucho. Tanto de que ya se habla de imprimir biomateriales que serán capaces de reproducir órganos funcionales.
De las numerosas salidas que tiene esta técnica y de cómo puede beneficiar a los pacientes se ha hablado en la mesa redonda 'La revolución de la impresión 3D en la Medicina' de la Barcelona New Economy Week (BNEW) en la que han participado cuatro especialistas del sector de una tecnología que está llamada a formar parte del presente y el futuro de la medicina.
Simulaciones a escala real
La impresión 3D, también llamada fabricación aditiva, lleva años utilizándose para la creación de implantes, plantillas y prótesis personalizadas. Cada vez son más las empresas que las fabrican y los pacientes que se benefician de ello. Pero en los últimos años también se ha puesto en práctica con otros fines como las simulaciones a escala real.
Mediante esta técnica ya es posible reproducir con exactitud huesos y órganos de pacientes sobre los que los cirujanos puedan practicar una intervención y conseguir posteriormente que la cirugía sea mucho más precisa y efectiva. "Cada vez hay más hospitales que la utilizan, aunque todavía existe reticencia al respecto", ha asegurado el coordinador tecnológico del laboratorio 3D del Hospital Parc Taulí durante el coloquio, Toni Nadal.
Ventajas de la impresión 3D
La impresión 3D no solo permite crear diseños complejos, sino que también personalizarlos. "El futuro de la medicina será la personalización", añade Nadal, que ha asegurado que en ese sentido, la fabricación aditiva no tiene competidores.
Por su parte, la gerente del área de Healthcare en HP, Ayelen Fernández, ha destacado como otras ventajas de esta tecnología la reducción de costes y tiempos de producción. "Con la impresión 3D desaparecen los gastos en moldes, herramientas complejas y materiales específicos. Además, no es necesario el uso de intermediarios por lo que los tiempos de producción so mejores", asegura.
Retos del futuro
Uno de los retos a los que se enfrenta el sector de la impresión 3D es el marco regulatorio. "Se avecinan unos cambios de certificación a nivel europeo que lo complica todo. Vamos a tener que certificar absolutamente todo", ha apuntado el Director de Ingeniería y Operación de Avinent Implant System, Albert Mangas, que asegura que la cuestión de la regulación sigue siendo una barrera grande en el sector.
Por último, todos han coincido en que la reticencia de determinados profesionales sanitarios sigue siendo un reto que superar. "Que todo el mundo cambie una rutina, una manera de trabajar que lleva años utilizando, es difícil. Pero una vez prueban la tecnología y ven los resultados les cuesta mucho decir que no", ha concluido Nadal.