Indra ha protagonizado un espectacular avance bursátil que pocos podían prever hace justamente un año, cuando acababa de conformarse un consejo de administración completamente remozado en lo que se refiere a los vocales independientes y derivado de una grave crisis en su órgano de gobierno. Desde entonces, Indra ha creado en torno a 1.000 millones de valor en el mercado y cotiza en su punto más alto de los últimos nueve años.
De hecho, los títulos de la compañía que preside Marc Murtra no habían alcanzado la cota de los 14 euros, reconquistada durante las últimas dos sesiones, desde septiembre de 2014, camino de la salida de la profunda crisis financiera que se inició a finales de la primera década del siglo.
El mejor del Ibex a 12 meses
Desde que inició la etapa con el consejo renovado, Indra ha sido con diferencia el mejor valor del Ibex 35 en lo que a su comportamiento en el parquet se refiere. Los avances en los últimos 12 meses se aproximan al 77%, a una considerable distancia del segundo título más revalorizado de este periodo, Inditex, que se ha anotado casi un 59%.
De pelear por no ser el componente del índice selectivo con una capitalización bursátil más reducida, Indra ha pasado a situarse en una zona próxima a los 2.500 millones de euros, en los entornos de un valor financiero como Unicaja Banco y de la socimi Inmobiliaria Colonial.
Rumores de posible venta de la división tecnológica
Tras la remodelación del consejo, la cotización de Indra fue espoleada por los numerosos rumores acerca de una posible venta de su división tecnológica, alimentados también por uno de sus socios, el fondo Amber, primer accionista de Prisa, que puso encima de la mesa del consejo la posibilidad de una escisión que haría incrementar el valor de Indra en el mercado.
El por aquel entonces consejero delegado de la empresa, Ignacio Mataix, pidió algo de paciencia a analistas e inversores, ávidos de conocer detalles sobre una posible operación de este tipo. Apeló precisamente a que la mitad del consejo era nuevo y necesitaban algo de más de tiempo para asentarse y conocer a fondo la compañía, con el fin de poder tomar decisiones de este calado.
De los Mozos, nuevo CEO
No obstante, Mataix no tardó en ser relevado en su cargo por el actual primer ejecutivo, José Vicente de los Mozos, que se ha puesto manos a la obra para reestructurar internamente la compañía y diseñar un plan a tres años cuyos detalles conocerá el mercado durante el primer trimestre de 2024.
Mientras, Indra ha podido culminar al fin su entrada en ITP Aero, con la adquisición de un 9,5%, que refuerza su posición como empresa de referencia en el sector de Defensa.
El factor del dividendo
De forma paralela, la compañía se ha reforzado en otras líneas de negocio como el control del tráfico aéreo. Tras la adquisición de una empresa del sector en EEUU, una plaza en la que aún no estaba presente, se ha encaramado a la segunda posición mundial de este segmento, con aspiraciones de luchar por el liderato que ostenta la francesa Thales.
El plan también pasa por apuntalar el dividendo, que Indra fue capaz de recuperar hace dos años tras un largo periodo de casi una década sin retribuir a los accionistas. Este factor también ha sido determinante a la hora de explicar el buen rendimiento bursátil del valor.
Espaldarazo a la inversión
La invasión rusa de Ucrania, de cuyo inicio están a punto de cumplirse 19 meses, ha hecho que los gobiernos europeos y del resto de componentes de la Alianza Atlántica estén dispuestos a redoblar esfuerzos para reforzar la Defensa con vistas a asegurar sus fronteras.
Un espaldarazo a la industria que ha tenido un efecto más que visible en el caso de Indra y su cotización.