El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha confirmado que la planta de Iqoxe en el polígono petroquímico de La Canonja (Tarragona) disponía del plan de autoprotección (PAU) cuando en enero de 2020 ocurrió la explosión en uno de sus reactores. El accidente provocó tres muertos y siete heridos.
El PAU determina cómo actuar en caso de accidentes o emergencias y se adapta a la actividad especifica desarrollada por una compañía.
Plan en vigor
Según la Sala Segunda del Contencioso-Administrativo, las medidas de seguridad eran acordes con las instalaciones y la actividad de la empresa. El documento se había presentado en noviembre de 2019 y estaba plenamente vigente en la fecha de la explosión.
Tras lo ocurrido, la sentencia constata que la petroquímica cumplió con diligencia la actualización del plan en marzo de 2020. Este nuevo documento fue homologado por Protección Civil nueve meses después. Posteriormente, la compañía lo volvió a actualizar para adaptarlo a sucesivas necesidades de producción.
Espaldarazo a Iqoxe
De esta forma, el tribunal avala el informe pericial que aportó la empresa en el proceso de instrucción que investiga la explosión.
El perito de Iqoxe afirmó que el PAU cubría todas las instalaciones antes del accidente, la realidad de la actividad que desarrollaba y también contaba con análisis de riesgos y operatividad pertinente.
Multa de la Generalitat
Por otro lado, la compañía ha anunciado que no recurrirá el fallo que desestima el recurso respecto a la homologación por silencio positivo, debido a la excepcionalidad en los plazos durante la pandemia, y por considerar probado que cumplió diligentemente con sus obligaciones, como ha sostenido desde que se produjo la deflagración.
El pasado junio, la Generalitat dejó en suspenso la propuesta de sanción de 2,1 millones de euros hasta que haya sentencia firme. El mismo mes, la jueza que investiga el caso concluyó que el accidente se debió a las "deficientes condiciones" de la fábrica porque "priorizó" la rentabilidad sobre la seguridad.