La empresa petroquímica Iqoxe, cuya planta en Tarragona explotó en enero de 2020, y cinco de sus directivos podrían haber cometido un presunto delito contra el medio ambiente, según el juzgado de instrucción 2 de la provincia.
Tras la investigación de una pieza separada de la causa que se abrió a raíz del accidente, la jueza ha acordado continuar el proceso penal contra la organización al considerar que existen indicios de una actuación organizada y continuada en la que se hicieron vertidos al mar entre 2017 y el momento del siniestro.
Los vertidos habrían pasado desapercibidos
La falta de capacidad de la depuradora sería uno de las motivos que habrían llevado a la compañía a realizar estos vertidos, según cree la magistrada.
Sospecha, además, que estos se podrían haber tratado con el desespumante Aquamax y llevado a cabo durante la noche o los fines de semana con el objetivo de que pasaran desapercibidos.
Nuevas instalaciones
La explosión de Iqoxe tuvo lugar el 14 de enero de 2020 y acabó con la vida de tres personas, además de causar heridas a otras ocho. La Inspección de Trabajo de Cataluña consideró la actividad que llevó al suceso una infracción "muy grave" e impuso a Iqoxe una multa de 180.000 euros en 2021.
A principios de este año, la compañía invirtió 40 millones de euros en los trabajos de restablecimiento de la normalidad operativa en el conjunto de sus instalaciones.