BMS se perfila como el nuevo dueño del gran contratista de la seguridad de Barcelona

Ocurrirá en el marco del concurso de acreedores de SP4 o Seguridad Preventiva Cuatro, que se sigue en el Juzgado de lo mercantil número 7 de Barcelona. En esta sala se gestiona la insolvencia la firma de seguridad que hasta ahora lo "vigilaba casi todo" en la Ciudad Condal, tal y como indican fuentes del sector. De la zona de ocio del Puerto Olímpico al Mercado de La Boquería, entre otros.

Hasta 1,6 millones

La oferta presentada por Grupo BMS a la administradora concursal y al juez de la Sala Mercantil 7, Raúl N. García, se sustenta en un pago de 1,6 millones por la unidad productiva. Es una cantidad casi idéntica a las deudas de la mercantil, que totalizan 1,9 millones de euros en obligaciones impagadas a la Seguridad Social y masa salarial, según el dosier al que ha accedido este medio. 

Un servicio de SP4 en el Ayuntamiento de Barcelona en la plaza Sant Jaume Cedida

Los adeudos a la Tesorería y el pasivo de la masa salarial suben a 1,8 millones. Los tendrá que asumir BMS cuando absorba la sociedad y sus 180 trabajadores. 

Revolcón al sector

El cambio de manos supone una zozobra al sector por varios motivos. El principal, los importantes clientes que retiene SP4, una influyente empresa de seguridad en Cataluña. Tanto del sector público como del privado. 

Además, la absorción significará que cambia de empleador Manel Rubio Sanromà, el que fuera director de seguridad del FC Barcelona entre 2006 y 2011, cuando el expresidente del club, Joan Laporta, acabó de una vez por todas con los Boixos Nois dentro del estadio. Fue una etapa altamente beligerante. Ahora, Rubio es director de Operaciones en la sombra de SP4, además de docente y uno de los consultores de seguridad más aclamados de la región.

Tres importantes socios

En el plano mercantil, la insolvencia también ha despertado interés. SP4 la participan tres acreditados socios. Uno de ellos es un miembro de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado (CFSE) en segunda actividad. Otro es Pedro Sánchez, uno de los dos hijos de Silvestre Sánchez, propietario del célebre Restaurante Salamanca, la marisquería de más relumbrón de la ciudad situada en el barrio de Barceloneta. 

Local del icónico Restaurante Salamanca de Barcelona Cedida

El tercero es David Muñoz, el actual director general y responsable de haber colocado a SP4 en macroeventos como el propio Mobile, aunque también de algunos fiascos. 

No quieren al CEO

Este reparto a tres es precisamente una de las causantes de la quiebra. Los dos socios minoritarios, el policía y Sánchez, no quieren al consejero delegado, al que acusan de haber llevado a la empresa a una insolvencia desde una posición de "referencia" en Cataluña.

Sospechan incluso de que Muñoz ha operado un concurso ficticio para que SP4 cambie de dueños pero mantenga los mismos gestores. Este medio ha abordado a ambas partes para tratar de recabar sus posturas, sin éxito. Sí la ha dado la parte social. El comité de empresa "no quiere" a Grupo BMS, al que ven como un mascarón de proa del actual director general. Afirman que se trata de "una pantalla que no ha demostrado su solvencia". 

Rafael Parra: abogado, investigador y empresario

El nuevo señor de la seguridad barcelonesa es Rafael Parra. En declaraciones a este medio, el ejecutivo ha informado que "respetará los autos del juez" que tutela el concurso de acreedores. Economista especializado en pesquisas y forensic y abogado y perito, este profesional comenzó como auxiliar de enfermería hasta que se labró una carrera en el sector del material médico. 

Efectivos de SP4, en el desahucio de las discotecas del Puerto Olímpico Cedida

Acaba de fundar BMS, pero antes tejió un pequeño conglomerado de importación de relojería y joyas, promoción inmobiliaria, además de la abogacía y la investigación privada. En Andorra, donde es colegiado, Parra representó a Gersan, una empresa del sector del ladrillo. Antes, el directivo fue trabajador de la Administración de Justicia. Ahora, Parra, miembro fundador de la Hermandad de la Guardia Civil, aspira al gran contratista municipal y privado de seguridad de Barcelona. Y parte con mucha ventaja sobre su rival.