La compañía Party Fiesta, especializada en la venta de artículos de fiesta y disfraces, presentó ayer concurso voluntario de acreedores en los juzgados mercantiles de Barcelona, según ha informado Expansión.

La cadena dio este paso ante la imposibilidad de hacer frente a sus deudas aumentadas durante la pandemia. De hecho, la empresa no pudo recuperarse del impacto del Covid hasta mediados de 2022. Pero los problemas vienen de antes: en 2018 la compañía ya estaba en números rojos y empezó el cierre de tiendas.

Controlada por Suma Capital

Con una red comercial de 50 tiendas propias más 30 en régimen de franquicia y una facturación de 18 millones de euros, Party Fiesta está controlada al 97% por la firma de capital riesgo Suma Capital.

La firma de David Arroyo entró en el grupo en 2015 con solo el 22,5%, pero ha ido aumentando su participación accionarial. El 3% restante está en manos del consejero delegado, Rafael Tena.

Salida de la familia fundadora

La compañía ha iniciado la búsqueda de un socio que entré en el accionariado o adquiera la unidad productiva. La primera opción resulta preferible, pero exigiría un acuerdo con la banca acreedora. Party Fiesta, que cuenta con 230 trabajadores, ha declarado un pasivo exigible de 14 millones de euros.

Con sede en L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona), Party Fiesta fue fundada en 1994 por Manuel Hernández Moysi e inauguró ese mismo año un espacio en el centro comercial L’illa, en Barcelona. Pero la familia fundadora se fue desvinculando progresivamente del negocio hasta consumar su salida el pasado enero.

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