El juzgado de lo Mercantil número 9 de Madrid ha condenado a Susana y Diego Monje a indemnizar con 40 millones de euros a los acreedores de Essentium, al considerar culpable el concurso de la compañía de construcción y energía que instaron en su día los administradores de forma voluntaria.
La instancia considera probado que los Monje realizaron una operación fraudulenta e injustificada con anterioridad a la declaración del concurso al acordar en una junta extraordinaria celebrada en 2015 una prima de emisión por la cantidad citada anteriormente, con el objeto de compensar los créditos que, en su día, concedieron a la compañía.
Operación injustificada
Según adelanta el diario Expansión, la titular del Juzgado estima en el auto de resolución, con la base de los informes periciales, que la operación no estaba justificada debido a que ya por entonces el patrimonio neto de Essentium era inferior a la cifra del capital social.
La Ley de Sociedades de Capital obliga a los administradores en este supuesto a reequilibrar la situación financiera de la sociedad, algo que no hicieron los Monje.
Negociaciones con acreedores
Por este motivo, la magistrada considera que los empresarios actuaron en su propio beneficio y no en el de la compañía, toda vez que eran plenamente conscientes de la situación de la empresa. El auto basa esta conclusión en que ya en enero de 2016 se entablaron negociaciones con los acreedores en este sentido.
La resolución judicial concluye que la operación de 2015 supuso la salida de forma fraudulenta de una parte de la masa activa de Essentium, lo que respalda la consideración del concurso como culpable.
Inhabilitación
Además de la indemnización, el castigo para los Monje incluye una inhabilitación de diez años.
La decisión no afecta al resto de empresas del grupo que también se declararon en concurso, en este caso fortuito. En el caso de Assignia, la de mayor relevancia, fue adquirida en su día por su consejero delegado, José Luis Montesinos, que la renombró y logró reflotarla con ayuda de inversores.