Joan Canadell repite en la lista de Eines de País a las elecciones de la Cámara de Comercio de Barcelona. El empresario, diputado de Junts per Catalunya en el Parlament y expresidente de la Cambra entre 2019 y 2021, carga contra los movimientos soterrados a favor de la candidatura de Josep Santacreu, rebate las acusaciones de politización y defiende la gestión de la cúpula independentista de la entidad. Descarta presidir de nuevo la Cámara de Barcelona, pero se postula para formar parte de la ejecutiva. Y espera que el revuelo por el voto electrónico no empañe la cita con las urnas del próximo septiembre.
--Pregunta: ¿Cómo se ha forjado la candidatura 2.0 de Eines de País?
--Respuesta: Desde que la creamos entre 40 personas, Eines de País ha mantenido la relación durante estos cuatro años y estábamos pendientes de que se convocaran elecciones. Simplemente ha sido así. Somos los mismos 40, de los cuales repiten 21 de los 32 que entraron. Como las vocalías se amplían a 52 hay 31 miembros que vienen de fuera. Al final procede del mismo equipo de gente, con la misma voluntad y los mismos planteamientos.
--Presumen de haber integrado personas que en 2019 estaban con Crous y con 50a50.
--Es una candidatura más transversal en el sentido de que la otra vez se hizo deprisa y corriendo y esta vez se ha tenido más tiempo. Se ha integrado gente de cuatro de las cinco candidaturas que había. Es decir: de 50a50, Enric Crous, Ramon Macià y de la nuestra, lógicamente. Pero también hemos integrado empresas singulares como Parlem o Lamigraf. Hay un par de cooperativas y también la Fundación Catalana para la Parálisis Cerebral, que de alguna manera representa el sector social. Tenemos gente prácticamente de todas las comarcas y más paridad: hemos conseguido el 30% de mujeres. Es una candidatura que da gusto verla.
--¿Y a favor y en contra de quién es la candidatura?
--Siempre estará a favor de la empresa catalana, sobre todo de la pequeña y mediana empresa, que es la que más necesita a la Cambra. Los servicios financieros de la Cambra no los necesita la gran empresa. Lo que sí necesita la gran empresa catalana son los estudios y posicionamientos digamos más político-económicos. Por tanto, también pensamos en la gran empresa. En todo caso no es contra nadie, pero si tuviéramos que estar en contra de alguien sería de los que yo llamo el palco del Bernabéu, las empresas del oligopolio que condicionan mucho la economía del país.
--¿Las listas de Eines son autónomas o hay una estrategia conjunta con Terrassa y Manresa?
--Hay una matriz conjunta que impulsa la ANC. Es verdad que se estuvo mirando, yo en esto no me metí, y había gente que quería presentarse en Terrassa y Manresa. Desde Barcelona nos parecía que no hacía falta, pero porque conozco muy bien a los presidentes de Terrassa y Manresa y en el vector independiente que mueve la ANC no tengo ninguna duda sobre ambos. Pero hay empresarios que han querido hacerlo y nosotros lo hemos respetado, solo faltaría. No hay ningún inconveniente, pero es cosa de ellos. Nosotros nos hemos diferenciado un poco con el nombre, Eines de País-Un Pas Més. Ni Elisenda Paluzie ni Dolors Feliu nos han condicionado en nada. Somos autónomos y seguimos siéndolo.
--Si fuera una pyme y autónomo pero no fuese independentista, ¿por qué debería votar a Eines?
--Nosotros queremos favorecer a todas las empresas catalanas. Nadie ha preguntado nunca a una empresa que llega al mostrador de la Cambra si es o no independentista. ¿Por qué nos tendría que votar? Por la obra de gobierno. En cuatro años le hemos dado la vuelta a la Cambra. En servicios de financiación, formación, internacionalización. Somos una cámara más transparente.
--Una situación hipotética: Eines no logra mayoría en septiembre en el pleno y se debe constituir una junta con el resto de candidatos, sean de Santacreu o que se hayan presentado individualmente. ¿Qué pasará?
--Primero se eligen los 52 representantes de cada grupo, luego los seis de la patronal y después las dos sillas de plata que no ha cogido nadie y quedan vacantes. El espíritu de la ley de cámaras marca que dentro de las cámaras debe haber representación de las patronales y por tanto reserva seis sillas. Además, dice que las patronales presenten su lista y el pleno escoja. Aquí se ha hecho una lista conjunta, que no es ilegal, es factible. Pero ya no podremos escoger nada los 52 vocales elegidos por sufragio. Por tanto, esta es una primera condición que no me gusta. Creo que deberían haber presentado 12 candidatos como la última vez y entre todos escoger los que nos parecían mejor. La segunda cosa: incluso algunos de estos seis podría optar a la presidencia de la entidad sin haber pasado por las urnas. Esto democráticamente aún me gusta menos, es como poner alguien a dedo.
--Pero debería ser votado por el resto de los vocales.
--Es obvio. Pero hay una tercera cosa que no me gusta y es que rompe el sistema de mayorías. Porque ahora en principio necesitas 30 representantes para votar a un presidente. Si Santacreu saca 24, con los seis de las patronales que en teoría están alineados con él ya suma 30.
--¿Cree que Josep Santacreu es el candidato de Foment y Pimec?
--Sí, sí.
--¿O es el candidato de ERC, como sostuvo Mònica Roca en una reciente entrevista?
--Parece que todos estos actores están fomentando esta candidatura. A mí un empresario conocido me ha dicho: que sepas que en un viaje a Sudamérica Oriol Junqueras me ha dicho que quería presentar una candidatura a la Cambra en contra de Eines de País. De alguna manera, ERC está interviniendo aquí. Pimec sabemos que ha facilitado, ayudado, que no lo ha conducido dicen, pero que ha hecho reuniones para que sus representantes se puedan presentar. De Foment, no lo sé.
--Desde el otro lado se dice que todo viene de Femcat.
--Pero hay representantes de Femcat que están con nosotros. Tampoco sé del todo si es así. Puede haber empresarios de Femcat que de alguna manera estén trabajando por esta candidatura, no lo dudo, pero no creo que sea la presidencia ni la ejecutiva de Femcat quien lo haga.
--Volviendo a la pregunta: ¿puede haber una ejecutiva mitad de Eines y mitad de Santacreu?
--En teoría no, porque necesitas 30 vocales que voten al presidente. Estos 30 votarán al presidente y a la ejecutiva. Es muy probable que o bien nosotros tengamos más de 30 o bien los tengan ellos. Insisto que ellos ya tienen seis votos. A nosotros nos faltan 30, a ellos solo les faltan 24. Y en este tema tendríamos que tener un espíritu democrático y que estos seis no puedan condicionar el voto final si es que se da una situación similar. Sinceramente, creo que Eines de País volverá a ganar de forma clara como pasó la otra vez. Y la otra cosa que debería aclarar Santacreu es qué pasará si él no sale elegido en su grupo. Porque nosotros no tenemos candidato a la presidencia o tenemos muchos. Podría ser que no saliera y alguno de los seis de las patronales dijera presentamos a no sé quién de Foment o de Pimec. Esto también creo que no sería adecuado.
--¿Pero por qué no tienen presidenciable? ¿Por qué no dicen si será usted, Toni Fitó o Mònica Roca?
--Porque el sistema debe funcionar así.
--La última vez se decidió que usted sería presidente durante dos años y Roca durante otros dos.
--Pero lo decidimos después de las elecciones. Se hablaba mucho antes de nombres como Joan Canadell, Mònica Roca, Pere Barrios y Jordi Domingo. Pero Jordi Domingo no salió, por tanto él no puede serlo. Por tanto, si no hubiéramos salido ninguno de los cuatro no nos hubiéramos presentado a la presidencia. Es un error que cometió Crous, Macià, y es un error que cometerá Santacreu. Tusquets sí salió, pero si no sale Santacreu, ¿qué pasará? ¿No tendrán candidato?
--A nivel personal, ¿por qué ha decidido volver a presentarse?
--Aún mantengo mi silla en el plenario y me siento muy identificado con Eines de País. La persona fuerte que lo lideró fue Montse Soler, pero estuve en todo momento ayudándola para que tuviera éxito. Pero ahora soy diputado en el Parlament, por lo que no puedo mezclar cosas. La ley no me lo impide. Podría haber sido presidente de la Cambra y diputado en el Parlament. Pero en el momento en que me presenté a las elecciones decidí salir para no contagiar. Mi intención es no presentarme de presidente. Lo que sí puedo hacer a lo mejor es estar en la ejecutiva, ¿por qué no? Pero ahora no es mi intención. No lo haré mientras sea diputado y no es mi intención presentarme de presidente, porque ya lo he sido y hay gente muy buena.
--En el balance de estos cuatro años, ¿cuáles son los hitos que destacaría y qué es lo que se ha quedado por hacer?
--En el programa electoral teníamos cuatro compromisos. Uno era el nacional, el de identificarnos claramente, desacomplejadamente, con que la independencia es la mejor solución para el mundo empresarial. Creo que nadie duda que hemos hecho este discurso. La segunda cosa era que queríamos democratizar la Cambra y con las 14 sillas de plata ha quedado evidenciado. Por primera vez en la historia de la Cambra hemos tenido a una mujer como presidenta. A nivel de transparencia la prueba es que en los plenos nunca ha habido ningún problema y hemos incorporado a muchas personas de otras candidaturas en distintos sitios. Nadie puede decir que no hemos tenido un espíritu democrático. El tercer eje era acercanos a la pequeña y mediana empresa y los autónomos, que eran los grandes olvidados de la Cambra de Miquel Valls. Hemos triplicado el número de empresas que han venido a la Cambra porque hemos sido mucho más abiertos. Y el cuarto eje de transformación, de hacia dónde queríamos que fuese la Cambra y qué papel queríamos darle. Y lo empezamos con el plan Cataluña 2030/40, que ha marcado la estrategia de transformación de la Cámara de Comercio de Barcelona, y también un poco de todas las cámaras. Con una visión muy territorializada, dando juego a las 13 cámaras. Hemos creado el Centro Blockchain de Cataluña. La única condición que puse como presidente fue que no estuviera en Barcelona capital. Se puso en Girona como se podría haber puesto en cualquier sitio.
--¿Y por qué no lo hizo la Cámara de Comercio de Girona?
--Porque no tienen los recursos para crear una institución de este tipo. Hemos hecho también el hub de movilidad sostenible como reacción al cierre de Nissan, hemos abierto el HubCambra en el espacio de Diagonal... ¿Qué nos queda? Hay un tema que nació cuando yo era presidente y que me gustaría ver terminado pronto, que es el Síndico Empresarial. Estuvimos negociando junto a Toni Fitó con el Síndic de Greuges, que era Rafael Ribó en ese momento. Está muy ligado, solo falta la financiación de la Generalitat. Se ha firmado el convenio pero no sé si se ha asignado el dinero. El empresario, la pyme que es la más vulnerable, necesita una ventana donde quejarse cuando la Administración es muy lenta o cuando una empresa sufre el mal hacer del oligopolio del Estado.
--Pero este ombudsman solo emitirá informes, no tendrá capacidad de sanción ni de incoar ningún expediente.
--Pero tú como ciudadano vas al Síndic de Greuges y el Síndic no puede hacer nada más que un informe.
--¿No es entonces una duplicidad si ya existe el Síndic de Greuges, si también se tiene un síndico en Barcelona ciudad?
--No, porque el empresariado no tiene un canal propio en que se hable su idioma, en que se sienta defendido en el lenguaje del mundo empresarial. Al final, el Síndic de Greuges debe aceptar todas las quejas, pero un canal solo de empresarios creo que es muy interesante.
--¿En qué momento se halla la negociación de la ley catalana de cámaras? ¿El choque por su aprobación solo se da con Pimec?
--Que yo sepa, sí. Y en este caso hablaré como diputado, porque da la casualidad que soy quien defiendo esta ley en el Parlament. He hablado con socialistas y con ERC y me dicen que Pimec no está a favor. Por tanto, mientras Pimec no esté a favor ellos no lo desencallarán. En su momento Pimec convenció a Foment y los sindicatos para hacer un posicionamiento conjunto, pero nos consta que ni Foment ni los sindicatos tienen ningún interés en frenarlo más.
--¿Pimec ve como una competencia que las cámaras ofrezcan servicios a las pymes y autónomos?
--Esto deberías preguntárselo a ellos, pero es probable. A raíz de la reacción que tuvieron las patronales, lo que sí dijimos es que no nos molestaba que quedase claro en la ley que las cámaras no tienen ninguna posibilidad de tener un papel de agentes sociales económicos, como sí tienen las patronales y sindicatos. Nosotros renunciamos a este papel, no lo queremos tener. Como se nos acusaba de esto renunciamos explícitamente. Pero queremos tener presencia y voz en todos sitios porque al final representamos, y esto sé que no le gusta a Cañete, a todas las empresas del país. Una patronal representa solo a los empresarios que pagan una cuota.
--Sobre la sede del 22@, no consiguieron que antes del 28M fuese al pleno y se validase. ¿Por qué no convencieron al ayuntamiento?
--Esperamos que con el nuevo ayuntamiento se desencalle. Es un tema que cuando nosotros llegamos ya traía cola. En ese momento me reuní con Jordi Martí y nos pusimos de acuerdo en que debíamos tirarlo adelante. Hemos tardado mucho tiempo porque no es un tema fácil. Queríamos hacer un replanteamiento para que fuese realmente viable y no amenazara las cuentas de la Cambra en el futuro. Por tanto, tardamos un año en hacer un planteamiento sólido. Una vez lo tuvimos, hablamos con el ayuntamiento. Primero fue que sí, luego que no, luego que sí y últimamente parecía que ya estaba. Veremos si con Collboni se desencalla.
--Este proyecto ya venía de la época de Miquel Valls. Lo digo porque no oigo a nadie de Eines resaltar nada positivo de las anteriores etapas de la Cambra. Parece como si no se hubiera hecho nada bien.
--Valls tuvo un problema grave: se encontró con que en 2011 desapareció el recurso cameral. Que yo recuerde, en aquel momento todas las cámaras tenían un presupuesto de 55 millones que se quedó en 11, se dividió por cinco. Valls tuvo la fuerza de aguantar la institución e hizo un gran trabajo de reestructuración. Ahora bien, era la cámara del upper Diagonal, de las grandes empresas sobre todo. No estaba enfocada en las pequeñas.
--Ha explicado cómo Eines ha transformado la Cámara de Barcelona. ¿También la ha politizado?
--Creo que no. Esto lo decía cuando entré y lo digo ahora. Todos los mandatos han tenido politización si te refieres al eje nacional. Porque es obvio que Valls cuando hacía declaraciones eran en contra de la independencia y nosotros las hacemos a favor. Esto no es politizar, sino tener una visión diferente de qué es mejor para la empresa. Para él no era lo mejor porque quizá contaba con un tipo de empresas que están vinculadas con los poderes de Madrid y no les parecía interesante. Si miras la pequeña y mediana empresa y los autónomos es obvio que la independencia es lo mejor.
--Pero adherirse al Consejo de la República es ir un paso más allá.
--Si crees que lo mejor para tu país es la independencia y hay una institución, que no es política sino del ámbito civil, que está de acuerdo en trabajar por esto es lógico que una cámara de comercio como la nuestra se vincule con esta entidad.
--Hablemos de los números de la Cambra. En 2022, la entidad entró en pérdidas. ¿Ha habido mala gestión?
--El activo circulante de la Cambra hoy es el doble que el pasivo circulante, por tanto nadie debe sufrir. Los fondos propios son de 40 millones de euros, por tanto nadie debe sufrir. El patrimonio se ha agrandado en nuestro mandato en 14 millones por la reestructuración tanto del edificio de Diagonal como de la Llotja, en que se han invertido del orden de nueve millones. Se ha tenido que pedir un crédito para hacer esta inversión, pero es que esta inversión permite que cada año se ingresen o se puedan ingresar dos millones de euros más solo de explotación del activo inmobiliario. Por tanto al contrario, la gestión es buenísima. Pero es que con los servicios adicionales que se han creado, el potencial de ingresos me parece recordar que son 2,8 millones de euros adicionales. La Cambra no tiene problemas económicos. Y después, que yo recuerde, todos los presupuestos que se han aprobado han sido sin votos en contra.
--¿Por qué no encuentran grandes empresas que paguen 75.000 euros para tener un puesto en el pleno?
--Quizá porque con 14 podías cambiar el sentido de los resultados y con dos es más difícil.
--¿No han generado anticuerpos? Por este mismo discurso del upper Diagonal que ha mencionado antes.
--No engañamos a nadie. Hemos dicho siempre que por nosotros no debería haber ninguna silla de plata, pero la ley nos obliga. Hemos subido el precio ya que han desaparecido 12. No obtendremos lo mismo pero si alguien quería comprarlas debía pagar un precio más alto. ¿Que al final nadie ha querido? Seguramente porque no son tan seductoras como antes. Estamos en contra totalmente de la compra de votos.
--Pero supone una pérdida de recursos.
--Sí, pero tenemos suficientes ingresos. No nos preocupa. Y eso con el tiempo se verá.
--¿Qué pasó con la vicepresidencia de la Cámara de Comercio de España?
--Yo no he vivido esta segunda etapa. En la primera etapa quizá alguien se esperaba que fuésemos agresivos en el trato y hemos intentado ser tan exquisitos como hemos podido. También con Bonet. Bonet me mantuvo como vicepresidente de la Cámara de España porque el presidente de la Cámara de Barcelona siempre había sido el vicepresidente. Ahora, cuando ha hecho un nuevo equipo, quizá él sí ha tenido una visión politizada. Lo que nosotros no hemos hecho quizá sí lo ha hecho él. Porque no entiendo que si siempre la Cámara de Barcelona había estado en la vicepresidencia, esta vez no haya querido que Mònica Roca sea vicepresidenta. Creo que es una decisión política.
--Por lo que ha comentado, parece que ahora mismo tienen mejor sintonía con Foment que con Pimec.
--A Josep Sánchez Llibre no lo conocía personalmente, pero es una persona muy afable de trato y por tanto nos avenimos en seguida. En Pimec, había estado cuatro años en la ejecutiva y había sido una persona incómoda porque de forma insistente pedía que Pimec hiciera estudios sobre cómo la independencia podía afectar al mundo empresarial catalán. Esto deterioró la relación del presidente Josep González conmigo. Antes de irme en las siguientes elecciones es cierto que intenté ver si había la posibilidad de hacer una candidatura alternativa. Vi que no porque no había voluntad y, por tanto, ya no seguía. Cuando ya fui presidente de la Cambra, lo primero que hice fue ir a ver a González y Cañete para decirles que lo pasado, pasado está, que debíamos entendernos porque las empresas catalanas nos necesitaban a ambos. Incluso hice un acto en contra de mi ejecutiva, que fue pedir que de las seis sillas patronales, como había 12 opciones, potenciáramos cuatro de Pimec y dos de Foment. Era una manera de enviarle un mensaje a Pimec de que les dábamos preferencia.
--Eso salió de usted.
--Fui yo en contra de mi ejecutiva. Lo recuerdo muy bien porque creía que era lo que debíamos hacer justamente para suavizar estas relaciones. Y me dijeron que adelante, pero probablemente nos equivocamos porque al final ellos han hecho lo que han querido.
--Cree que Pimec también habla por la herida por la candidatura de Pere Barrios, que fue respaldada por la ANC
--Seguramente. Pero el tema de la ley de cámaras es anterior a la candidatura de Barrios. La oposición a la ley tiene lugar en diciembre de 2019 y enero de 2020. Y nos sorprendieron con esto. Hacía medio año que yo era presidente de la Cambra y en ese medio año las relaciones habían sido buenas. Por tanto, entre comillas, quien empezó la guerra, si es que podemos llamarlo guerra, fue Pimec.
--En 2019 las elecciones estuvieron marcadas por la polémica del voto electrónico y la anulación posterior de 600 votos. Esta vez el decreto de convocatoria electoral refuerza el proceso con los SMS de validación y se ha cambiado de proveedor. ¿Prevé que vuelva a haber revuelo por esta cuestión?
--Espero que no. Pero lo primero que debemos decir es que el voto electrónico no depende de la cámara, depende de la tutelante, que es la Generalitat. Se ha revisado todo teniendo en cuenta las sentencias que hubo sobre las últimas elecciones y se ha reforzado el sistema de voto digital para evitar estos problemas. El voto digital es una nueva manera de votar que se está probando en distintos lugares del mundo, pero evidentemente se debe proteger al máximo el voto. Lo que sucedió fue que había votos concentrados en unas pocas IP. ¿Qué se ha hecho ahora? Buscar la manera de que esto no pase o, que si sucede, deba haber un móvil diferente y, por tanto, un certificado digital diferente. Puede haber un gestor que vote por varios empresarios, pero debe haber un SMS por cada uno de ellos dando el visto bueno de este voto.