Daurella, Carulla… el capital riesgo atrae a los ricos catalanes

En lo que va año se ha registrado un buen número de nuevas sociedades de capital riesgo en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), como forma de prolongación de una tendencia que ya se inició el pasado ejercicio, cuando más de un millar de sicav renunciaron a su régimen tras el endurecimiento por parte del Gobierno de los requisitos legales para beneficiarse de sus ventajas fiscales.

Impulso legislativo

En paralelo, el segmento del capital riesgo recibía por entonces buenas noticias de la mano de la aprobación de una nueva normativa sobre startups, que incidía en los estímulos fiscales para el capital riesgo a la hora de apoyar financieramente a este tipo de iniciativas.

Desde que las sicav cayeron definitivamente en desgracia entre los grandes patrimonios, cuando llegó a haber cerca de 3.000 sociedades de este tipo registradas en España, se multiplicaron las consultas a los asesores financieros, en busca de alternativas para obtener un rendimiento adecuado del capital.

Nuevos impuestos

Unas consultas que también encontraron razón de ser con las nuevas figuras fiscales establecidas por el Ejecutivo, entre las que se encuentra un impuesto dirigido precisamente a los nuevos patrimonios.

Entre las grandes fortunas catalanas que han optado por esta vía se halla una de las ramas del clan Daurella, conectado históricamente con el negocio de embotellado de Coca-Cola, cuyo grupo de referencia en Europa, la cotizada Coca-Cola European Partners (CCEP), está presidida por Sol Daurella.

Imagen de archivo de Sol Daurella, presidente de Iberian Partners / COCA-COLA

La rama Campins Daurella

En este caso, la rama capitaneada por su prima Elena es la responsable de formar parte activa del boom de las sociedades de capital riesgo. Los Campins Daurella están detrás de Cirano Capital, constituida hace apenas dos meses, con un capital de 1,2 millones de euros y bajo la gestión de Arcano.

Elena Daurella integra el consejo de la sociedad que preside su esposo, Jorge Campins, miembro de la alta sociedad barcelonesa, y del que forman parte también sus hijos Sofía y Pablo Campins Daurella.

Un patrimonio de 2.000 millones

En realidad, la sociedad no es sino el fruto de la transformación de Pefarval Invest, una de las instrumentales empleadas por la familia para canalizar su patrimonio y que fue registrada como sociedad anónima dos años antes.

Por este camino no le ha ido a la zaga la familia Carulla, poseedora de una de las mayores fortunas no sólo de Cataluña, sino del conjunto de España, con un patrimonio estimado que supera los 2.000 millones de euros.

Líder del 'family office'

A comienzos de este mes de junio, igual que sucedió con Cirano Capital, la CNMV procedió a aprobar el registro de Laorjami Investments, una nueva sociedad de capital riesgo al frente de la cual se encuentra Mireia Tomàs Carulla, destacado miembro de la tercera generación de los fundadores del imperio alimentario Agrolimen.

Mireia Tomàs es responsable y cabeza visible de Lafont, el family office que se ocupa de las inversiones familiares al margen de la compañía a través de la que han forjado su fortuna durante décadas.

La gestión de Talenta

También con un capital de 1,2 millones de euros, Laorjami cuenta con la gestión de Talenta, la firma fundada hace más de 15 años por Jordi Jofre, ex de Caixabank y antiguo director general de Fibanc.

Con varias sociedades de capital riesgo en su cartera, Talenta también se ocupa de tutelar el camino de Secways Ventures, igualmente de reciente creación y que está bajo los mandos del emprendedor catalán Pere Hospital, relacionado con múltiples actividades en el sector tecnológico, en el que ha puesto en marcha proyectos de internet, ciberseguridad y creación de contenidos web.

Los dueños de Mivisa

Fuera de Cataluña, el boom del capital riesgo como alternativa de inversión también ha tocado la puerta de otras grandes fortunas. Ha sido, entre otros, el caso de los Vivanco Muñoz, propietarios de la industrial Mivisa y con un patrimonio valorado en más de 400 millones de euros.

A comienzos de 2023, los empresarios murcianos registraron Hispavima Capital Privado, de cuya gestión se ocupa Altamar, la firma presidida por un histórico de la industria de la inversión como Claudio Aguirre.